Tema N° 3 «Dios tiene un Plan»

Objetivo:

Mostrar cómo el hombre, habiendo sido creado por Dios para ser feliz, ha rechazado a Dios y se ha alejado de El, y cómo Dios, en su amor, traza un Plan para recuperar la amistad perdida.

Marco Teórico:

El hombre fue creado por Dios para vivir en íntima comunión con El (para ser comunidad con Dios) y para ser feliz, dándole la libertad para elegir entre seguir junto a El o apartarse. La humanidad vivió en un principio en esta tierra que Dios le dio por morada, conservando su relación de amistad con El. Pero en algún momento de la historia, el hombre eligió libremente apartarse de Dios y romper su amistad con El. Con el pecado, el hombre rompe esta comunidad de amor con Dios y muere a la vida espiritual. Desde este momento, Dios ideó un Plan para "salvar" a la humanidad y recuperar la amistad perdida.

A lo largo de la historia, Dios ha manifestado a los hombres que El ha trazado un Plan y da muchas pistas acerca del mismo. El Antiguo Testamento es un continuo anuncio de este Plan de Dios para salvar a la humanidad, y una continua promesa de salvación, la cual se realizaría a través de un Mesías que El iba a enviar a cumplir su Plan.

(Lecturas complementarias para el animador: CIC 1;51-64; 293-295; 299; 301; 355-358; 374-390; 396-421)

1.- CATEQUESIS MISIONERA

ORACION INICIAL

Padre: Permíteme ser una herramienta perfecta en Tus Manos para que, a través de mí, se cumpla el Propósito de Amor que Tú me has encomendado.

Guíame, para actuar siempre en lo justo, y jamás dejar de hacer lo necesario. Dame el don de la palabra, para que todo lo que yo diga, lleve siempre Tu Mensaje de Amor.

Ilumina mis pensamientos con Tu Presencia, y dame la fuerza y la energía para servirte mejor cada día. Amén

EXPERIENCIA DE VIDA

Cuento “El Hilo Primordial” (adaptación del original de “Madera Verde” de Mamerto Menapace)

Ya se acercaba la primavera, y aquella mañana, el cielo azul se vio inundado de las frágiles telitas voladoras que solemos llamar “Babas del diablo”. En una de esas telitas, venía navegando una arañita recién nacida, venida quién sabe de dónde. El viento jugueteó un rato con la embarcación de la arañita hasta que de pronto el vuelo se detuvo con un fuerte sacudón. ¿Qué había pasado? Simplemente que la nave había encallado en la rama de un árbol. Pasado el primer susto, la arañita, comenzó a correr por la tela hasta pararse finalmente en la rama en que había anclado su nave. Y desde allí se largó en vertical buscando la tierra. Su descenso fue suave y seguro, porque un hilo fino, pero muy resistente, la acompañó en el trayecto y la mantuvo unida a su punto de partida. Y por ese hilo volvió luego a subir hasta su punto de desembarco. Ya era de noche, y como era pequeña y la tierra le daba miedo, se quedó a dormir en la altura.

A la mañana siguiente, la arañita sintió hambre, así que volvió a repetir su descenso para comenzar a construir una pequeña tela que le serviría para atrapar bichitos. ¡Cuán grande fue su emoción al ver que un insecto más pequeño que ella había quedado atrapado en su tela! Lo envolvió y lo succionó. Luego, como ya era tarde, volvió a trepar por el hilito primordial, a reencontrarse con su punto de desembarco. Y esto se repitió cada mañana y cada noche. Cada día añadía nuevos hilos a su tela, viéndose obligada a utilizar aquel fino hilo primordial a fin de mantenerla tensa, agarrando de él los finos hilos cuyas otras puntas eran fijadas en ramas, troncos o yuyos que tironeaban para abajo. El hilo ese era el único que tironeaba para arriba, manteniendo tensa toda la estructura de la tela. Por supuesto, la arañita no filosofaba demasiado sobre estructuras, tironeos o tensiones. Simplemente tejía guiada por su instinto. Y cada noche trepaba por el hilo primordial a fin de reencontrarse con su punto de partida.

Pero un día atrapó un bicho de marca mayor. Luego de tamaña cena, se sintió tan agotada, que esa noche decidió no subir por el hilo. Y a la mañana siguiente vio con sorpresa que por no haber subido, tampoco se veía obligada a descender. Y esto le hizo decidir no tomarse el trabajo del crepúsculo y del amanecer, a fin de dedicar sus fuerzas a la caza de presas que cada día preveía mayores. Y así, poco a poco, fue olvidándose de su origen, y dejando de recorrer aquel hilito fino y primordial que la unía a su infancia viajera y soñadora. Sólo se preocupaba por los hilos útiles que había que reparar o tejer cada día, debido a que la caza mayor tenía exigencias agotadoras.

Así amaneció el día fatal. Era una cálida mañana de verano, y en el centro de su tela, la araña adulta se sintió el centro del mundo. Satisfecha de sí misma, quiso darse la razón de todo lo que existía a su alrededor. Ella no sabía que de tanto mirar lo cercano, se había vuelto miope. De tanto preocuparse solo por lo inmediato y urgente, terminó por olvidar que más allá del radio de su tela, aún quedaba mucho mundo con existencia y realidad. Podría al menos haberlo intuido del hecho de que todas sus presas venían del más allá, pero también había perdido la capacidad de intuición. Sólo le interesaba lo que del más allá llegaba hasta ella. En el fondo, sólo se interesaba por ella y nada más, salvo quizá por su tela cazadora. Y mirando su tela, comenzó a encontrarle la finalidad a cada hilo: sabía de dónde partían y hacia dónde se dirigían, dónde se enganchaban y para qué servían. Hasta que se topó con ese bendito hilo primordial. Intrigada trató de recordar cuándo lo había tejido. Y ya no logró recordarlo, porque a esa altura de la vida, los recuerdos, para poder durarle, tenían que estar ligados a alguna presa conquistada. Y ese hilo no había apresado nada en todos aquellos meses ni tampoco había ido a ningún lado por él en los últimos tiempos. Esto le dio rabia. Ella era una araña práctica, científica y técnica. ¡Que no le vinieran con poemas infantiles de vuelos en atardeceres tibios de primavera! ¡Si ese hilo no servía para algo, había que eliminarlo! ¡No tenía tiempo para ocuparse de cosas inútiles cuando eran tan exigentes las tareas de crecimiento y subsistencia! Y le dio tanta rabia el no verle sentido al hilo primordial, que tomándolo entre las pinzas de sus mandíbulas, lo cortó de un solo golpe.

¡Nunca lo hubiera hecho! Al perder su punto de tensión hacia arriba, la tela se cerró como una trampa fatal, y el golpe que azotó a la araña contra el duro suelo fue terrible. Tan tremendo que la pobre perdió el conocimiento y quedó desmayada sobre la tierra, que esta vez la recibiera mortíferamente. Cuando empezó a recuperar su conciencia, el sol ya se acercaba a su cenit. La tela, al resecarse sobre su cuerpo magullado, la iba estrangulando sin compasión y las osamentas de sus presas la envolvían en un abrazo angustioso y asesino. Pronto entró en las tinieblas, sin comprender siquiera que se había suicidado al cortar aquel hilo por el que había tenido su primer contacto con la tierra, que ahora sería su tumba.

Una vez leído el cuento, se dan las siguientes consignas para trabajar en pequeños grupos:

  • Sintetiza en no más de 4 momentos, el argumento del cuento.
  • Responde a las siguientes preguntas:
  • ¿Por qué murió la arañita?
  • ¿Por qué era tan importante el hilo?
  • ¿Por qué decidió cortar el hilo?

Luego de unos minutos de trabajo, se comparte en plenario, intentando construir entre todos una sola lista de momentos, que puede ser semejante a la siguiente:

  • La arañita llega a su “punto de desembarco” y baja por primera vez a tierra tejiendo el “hilo primordial”
  • La arañita comienza su vida, tejiendo su tela y cazando sus primeros bichitos, mientras sube cada noche a su “punto de desembarco” a través del “hilo primordial”.
  • Un día caza un bicho de marca mayor, y decide no subir más por el hilo.
  • Pasado un tiempo, al no encontrarle sentido al “hilo primordial”, decide cortarlo. Su tela se derrumba, y la arañita muere.

ILUMINACION

A continuación se propone buscar un sentido más profundo al cuento viéndolo como una “parábola” que narra en forma de cuento la historia de la humanidad. Para ello, se van proponiendo las siguientes preguntas (la columna derecha muestra cómo puede reconstruirse la historia de la humanidad a partir de la interpretación de los signos del cuento):

Preguntas para profundizar el cuento

Historia de la humanidad

¿Qué significa el hecho de que la “arañita” haya llegado “volando” y no haya nacido directamente en el árbol?

Dios ha creado al hombre, “llegó de arriba”, como la arañita,

¿Cuál es el “punto de partida” de donde bajó la “arañita”?

…por lo tanto el hombre no es de este mundo, sino que viene de Dios, su “punto de partida”.

¿Qué simboliza “la tierra” a la cual “desciende” la arañita?

El hombre vivió desde un principio en esta tierra donde Dios lo puso,

¿Qué es el “hilo primordial”?

…conservando siempre su relación con Dios, el “hilo primordial”.

¿Qué significa “tejer la tela”?

Mientras tanto, el hombre construyó su vida en la tierra, “tejió su tela”.

¿Cuáles son los “bichos de marca mayor” que hacen que la “arañita-humanidad” se olvide de su “punto de partida”?

Muchas cosas de la tierra, como el egoísmo, la superficialidad, la ambición, la soberbia, etc., “bichos de marca mayor”, hicieron que la humanidad se olvidara de Dios, su “punto de partida”.

¿Que significa que la arañita-humanidad “se ha vuelto miope”?

El hombre se había vuelto incapaz de reconocer al Dios que lo había creado, se había “vuelto miope”,

¿Cuáles pueden ser esas “presas que vienen del más allá”, que la arañita no sabe reconocer?

…incapaz de reconocer los dones que Dios le había dado.

¿Por qué crees que las arañitas de hoy no encuentran la “finalidad” del hilo primordial?

Al encerrarse en sí mismo, el hombre no le encuentra sentido a su relación con Dios.

Puede entonces construirse el siguiente paralelo de la historia de la arañita, adaptado a la historia de la humanidad, que no es otra cosa que lo que se narra en la “parábola” que encontramos en los tres primeros capítulos del libro del Génesis:

Dios Crea el mundo y al hombre

Gn 1,1.26-30

En un principio, el hombre hizo suyo el mundo, pero siempre viviendo en íntima relación con Dios.

Gn 2,8-17

Un buen día, el hombre empieza a olvidarse de Dios y se aleja de él,

Gn 3,1-7

hasta que por fin, decide cortar su relación con El, lo cual le trae la muerte.

Gn 3,17-19.23

Pero la historia no termina aquí. Desde el momento en que la humanidad se había alejado de Dios, El ideó un plan para recuperarla. Pensó en la manera de volver a restablecer ese “hilo primordial” entre El y su amada humanidad: esto es lo que conocemos como el Plan de Salvación. En reiteradas ocasiones lo anuncia a su Pueblo, como vemos en el siguiente pasaje de Isaías:

Recuerden esto, y compréndanlo bien; piénsenlo en su corazón, rebeldes! Recuerden lo que sucedió antiguamente, porque yo soy Dios y no hay otro, soy Dios y no hay nadie igual a mí. Yo anuncio el final desde el comienzo, y desde mucho antes, lo que aún no ha sucedido. Yo digo: “Mi designio se cumplirá y haré todo lo que me agrade”. Llamo del Oriente al ave de rapiña y de un país lejano, al hombre de mi designio. Así hablé y así haré que suceda, tracé un plan y lo voy a ejecutar. Escúchenme, duros de corazón, ustedes, los que están lejos de la justicia: yo hago que se acerque mi justicia -¡ella no está lejos!- y mi salvación no tardará. Pondré la salvación en Sión y mi esplendor será para Israel. (Is 46,8-13)

A través del profeta Isaías, Dios da un mensaje de esperanza a humanidad. Le anuncia que no la va a dejar sola y alejada de El, sino que ha pensado un plan para salvarla, para acercarla nuevamente a El. Y que cueste lo que cueste, ese plan se va a cumplir.

Y a través del profeta Jeremías, nos aclara un poco más su plan: “Les daré un corazón para que me conozcan a mí, que soy el Señor; ellos serán mi Pueblo y yo seré su Dios, porque volverán a mí de todo corazón” (Jer 24,7). El Plan de Dios es hacer que la humanidad extraviada vuelva a El.

A lo largo de los Encuentros de formación de el Grupo Misionero, también vamos a ir conociendo cuál es ese Plan que Dios ha preparado para la humanidad.

ORACION FINAL

Colocados en círculo, entregar a uno de los participantes un ovillo de hilo e indicarle que se ate a un dedo el extremo del hilo. Luego, invitar a que cada participante haga una breve oración a Dios agradeciéndole por este Plan que pensó para nuestra salvación y para que no deje abandonada a la humanidad a su suerte. Cada uno que vaya haciendo su oración, tirará el ovillo a otro cualquiera y este hará su oración. De esta manera, se irá armando en medio de la ronda una “telaraña”.

COMPROMISOS

Personal: Procuraré leer algún libro o lectura que hable del Plan de Salvación de Dios (o buscaré en internet) para conocer un poco más del mismo.

En el propio ambiente: Viviré esta semana con alegría, dando testimonio ante quienes me rodean de saberme amado por Dios.

Más allá de las fronteras: Rezaré por todas las personas que en distintos lugares del mundo no conocen que Dios tiene un plan para toda la humanidad y del cual todos somos parte.

2.- ESPIRITUALIDAD MISIONERA

ORACION INICIAL

Padrenuestro cantado

EXPERIENCIA DE VIDA

Cuento: El Científico y la Rosa (Mamerto Menapace)

Se trataba de un científico serio. No de un guitarrero. Le habían pedido que estudiara los problemas de un rosal que estaba pasando por dificultades en su período de floración. Tomó las cosas muy en serio. Primero estudió la tierra. Descubrió que estaba cerca de una pared cuyos cimientos llegaban hasta sus raíces. Los escombros de la construcción habían sido tirados precisamente en el lugar donde luego se plantó el rosal. Se trataba de una tierra con historia y con condicionantes en parte negativos. Además, toda la lluvia que caía sobre aquella parte del tejado, se descargaba en el alero que daba justo sobre la planta. Carecía de sol por la mañana; en cambio de tarde lo tenía en demasía por el reflejo de la pared encalada que le devolvía duplicado el calor. Había muchos porqués en la historia previa de su tierra, y en la geografía que le tocaba compartir. Pero también los había en su propio ser de rosal y en la historia de su crecimiento. Porque la variedad no era la más adaptada a este clima. Fue plantada fuera de época y de pequeña había soportado una terrible helada, que por poco termina con su existencia.

¡Cuántos traumas y condicionantes! Realmente leer el informe era como para desesperarse. ¿Qué se podía hacer? Aparentemente se trataba de circunstancias irreversibles, o muy poco variables ya. Pero la suma de los porqués del pasado de la rosa no daban ninguna explicación sobre el para qué de su existencia allí, en ese lugar y en esas condiciones. Fueron nuevamente al científico para pedirle un consejo. Más que ello, quisieron saber para qué la planta estaba justamente allí y no en otro lugar. Para qué se le pedía al pobre rosal que viviera esa geografía e historia con tantos condicionantes negativos. Y el hombre, que era un científico en serio, no un guitarrero, les respondió: “Eso no me lo pregunten a mí. Pregúntenselo al jardinero”

Y era cierto. La respuesta estaba integrada en un plan mucho más amplio que el de la simple historia comprobable de la planta. El jardinero tenía un proyecto en totalidad que abarcaba todo el jardín. En su sabiduría conocía muy bien lo que con su ciencia descubriría el científico. Y sin embargo, quiso que la rosa viviera, y que su existencia embelleciera dolorosamente aquel rincón del jardín, comprometiéndose a vigilar sus ciclos y a defender su vida amenazada. El jardinero estaba comprometido tanto con la rosa como con toda la vida y belleza del jardín. Esto dependía de un plan nacido en la sabiduría de su corazón, y que por tato o podría nunca ser investigado por el científico, que reducía su búsqueda a la mera existencia de la planta individualmente considerada en su geografía concreta.

Al médico podrás preguntarle sobre los por qué de tu dolor. Al psicólogo sobre la raíz de tus traumas. Al historiador y al sociólogo el pasado que te condiciona. Pero el para qué fuiste llamado a la vida aquí y ahora, eso tenés que preguntárselo a Dios, al Jardinero.

A través de las siguientes preguntas, se puede guiar la reflexión grupal:

  • La situación en que se encontraba el rosal ¿era la mejor para su crecimiento? ¿por qué?
  • ¿Por qué estaba el rosal precisamente en ese lugar, pudiendo haber sido plantado en un mejor lugar?

Al igual que ocurría con el rosal del cuento, nuestra vida tampoco es fácil. Podríamos haber nacido con mucha plata, con todas las comodidades, con un físico espectacular, siendo mucho más “lindos”, y muchas otras cosas que se nos pueden ocurrir que podrían haber hecho nuestra vida más fácil.

Sin embargo, a cada uno de nosotros nos ha tocado una realidad particular que vivir: nuestra familia, nuestro país, nuestra situación social, nuestro cuerpo, nuestra personalidad, nuestras capacidades y limitaciones….

Y no estamos aquí porque sí, sino que hemos sido pensados por Dios con una misión única e irrepetible en la vida. Hay una página en la historia que sólo nosotros podemos escribir, y que si no la escribimos, quedará irremediablemente y para siempre en blanco. Dios tiene un plan para cada uno de nosotros y a cumplir este plan es que nos llama a través de nuestra vocación Nos toca a nosotros descubrir qué es lo que se espera de nosotros en este mundo. Para ello, hoy vamos a poner en la oración nuestra vida, nuestro ser y nuestra voluntad de escuchar la voz de Dios para descubrir cuál es esa vocación a la que Dios nos llama.

ILUMINACION – ORACION

Dios tiene un plan para nuestras vidas…. Y nuestra felicidad consiste en descubrirlo, en pedirle que se cumpla…. Por eso, cuando Jesús enseña a orar a sus discípulos, les dice que el Padre ya sabe lo que nos hace falta, antes de que se lo pidamos…. Claro!!! Si somos parte de su Plan….

Jesús dijo a sus discípulos: Ustedes, oren de esta manera: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino, que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido. No nos dejes caer en la tentación sino líbranos del mal.” (Mt 6,9-13)

Vamos a orar con el Padrenuestro, pidiendo a Dios que su Plan de Salvación se cumpla en nuestras vidas. Se deberá preparar para la oración el texto del Padrenuestro escrito en cartulina, recortando las frases según la separación que se indica como esquema para la oración.

Explicar que a medida que se va avanzando en la oración, se irá colocando cada palabra o frase en un lugar visible, mientras se va formando el texto del Padrenuestro, y que el animador irá guiando la oración con agradecimientos, pedidos de perdón o peticiones, a los que todos irán respondiendo “Gracias Señor”, “Perdón Señor”, “Te alabamos Señor”, “Te lo pedimos, Señor”, etc., según corresponda.

Padre…

Guía 1: Cuando decimos “Padre”, estamos reconociendo el nuevo rostro de Dios que nos reveló Jesucristo: el de un Padre misericordioso que nos ama profundamente y que se deja amar, que ante la decisión libre de los hombres de alejarnos de El, ideó un Plan para reconquistarnos, y para que volvamos a acercarnos a El.

Guía 2: Te damos gracias, Señor, Dios y Padre nuestro, porque si podemos llamarte “padre” es porque parte de tu Plan para nosotros fue hacernos hijos tuyos por medio del Bautismo.

Todos: Gracias, Señor!

Guía 2: Te pedimos perdón, porque no siempre nos comportamos como tus hijos, porque muchas veces, con nuestros gestos, actitudes y palabras, te negamos, como Pedro negó a tu hijo Jesucristo.

Todos: Perdón, Señor.

Gesto: El signo que utilizamos al hacernos “hijos adoptivos de nuestro Padre Dios”, en nuestro bautismo, fue el agua. Vamos a recordar nuestro bautismo, haciéndonos la señal de la cruz en la frente, con agua, mientras agradecemos a Dios por haber sido bautizados. (Pasar un cuenco con agua, para que cada uno moje sus dedos y se haga la señal de la cruz en la frente. Puede cantarse: “Bautízanos Señor con tu Espíritu” u otro canto semejante)

…nuestro…

Guía 1: Cuando decimos “nuestro”, reconocemos que Dios es un Padre que nos ama tanto que en su Plan de Salvación quiso hacerse nuestro, y que quiso que nosotros fuéramos suyos.

Guía 2: Te damos gracias, Padre nuestro, porque no quisiste que estuviéramos solos en este Plan que soñaste para nosotros, sino que nos regalaste hermanos para caminar junto a ellos.

Todos: Gracias, Señor!

Guía 2: Te pedimos perdón, Padre nuestro, porque no siempre amamos a nuestros hermanos, porque muchas veces somos egoístas y nos encerramos en nosotros mismos, porque no ayudamos a los demás, porque no compartimos nuestro tiempo y nuestros bienes con ellos.

Todos: Perdón, Señor!

Guía 1: Te damos gracias, Padre nuestro, porque nos regalaste esta comunidad, este grupo misionero, para que juntos te conozcamos y descubramos la vocación a la que nos llamas.

Todos: Gracias, Señor!

Gesto: A través de tu hijo Jesús, nos enseñaste que tu mayor deseo es que nos amemos los unos a los otros…. como hermanos. Nos dijo que el amor que nos tuviéramos sería el signo de que somos tus hijos. Por eso, no podemos decirte “Padre nuestro” si no nos amamos. Démonos un abrazo en gesto de fraternidad y de hermandad.

…que estás en el cielo

Guía 1: Cuando decimos “que estás en el cielo” no nos referimos a que El esté en un lugar llamado cielo, sino que estamos admitiendo su divinidad, que está “más allá de todo lo creado”, que es Dios.

Guía 2: Te alabamos Padre Nuestro, porque creaste el mundo y todo lo que existe

Todos: Te alabamos Señor.

Guía 2: Te bendecimos Padre Nuestro, porque nos diste la vida, porque nos diste el ser.

Todos: Te bendecimos Señor.

Guía 2: Te adoramos Padre Nuestro, porque eres nuestro único Dios, porque eres nuestro Señor.

Todos: Teadoramos Señor.

Gesto: La adoración es el culto que se da únicamente a Dios. Por eso, en este momento, vamos a adorar a nuestro Padre del Cielo. (Cantar algún canto de adoración, invitando a que levanten las manos hacia el cielo en signo de adoración)

Santificado sea tu nombre

Guía 1: Cuando decimos “santificado sea tu Nombre”, estamos reconociendo que El es Santo y que su Plan consiste en que nosotros seamos santos como El lo es.

Guía 2: Te alabamos Señor, porque solo tú eres Santo

Todos: Te alabamos Señor.

Guía 2: Te pedimos que nos ayudes a ser santos también nosotros, haciendo bien las cosas de todos los días.

Todos: Te lo pedimos Señor.

Guía 2: Te pedimos por todos los hombres y mujeres del mundo que no te conocen, para que ellos también algún día santifiquen tu Nombre.

Todos: Te lo pedimos Señor.

Gesto: Sólo Dios es Santo, por eso, junto a los ángeles y los santos, le cantamos a una voz… (cantar algún Santo de los que se cantan en Misa)

Venga a nosotros tu Reino

Guía 1: Cuando decimos “Venga a nosotros tu Reino”, le estamos pidiendo a Dios que El venga a reinar en nuestras vidas, que se haga presente en nuestro mundo y lo transforme, para que su Plan de reunir a la toda humanidad en torno a El, se cumpla en plenitud.

Guía 2: Ven Señor y renueva nuestras vidas, para que te amemos y nos comportemos como tus hijos.

Todos: Ven Señor.

Guía 2: Ven Señor y muéstranos cuál es el Plan que tienes para cada uno de nosotros, para que podamos cumplirlo.

Todos: Ven Señor.

Gesto: Jesucristo es quien inaugura el Reino de Dios en la tierra, por eso, pedir que venga a nosotros el Reino de Dios, es también pedirle a Jesús que se haga presente en nuestras vidas. (canto: Ven Señor Jesús)

Hágase tu voluntad en la tierra, como en el cielo

Guía 1: Cuando decimos “Hágase tu voluntad”, nos ponemos dócil y confiadamente en las manos de nuestro Padre Dios, para que El obre en nuestras vidas y nos ayude a cumplir el Plan que soñó para cada uno de nosotros.

Guía 2: Ayúdanos Señor a escuchar tu voz y a descubrir cuál es tu voluntad, en medio de tantas voces del mundo que pretenden confundirnos.

Todos: Ayúdanos Señor.

Guía 2: Ayúdanos Señor a ser dóciles a tu voluntad y a tener la fortaleza suficiente para cumplirla y vivir como Tú nos enseñas.

Todos: Ayúdanos Señor.

Guía 2: Ayúdanos Señor a ser humildes y a aceptar tu voluntad cuando sea difícil o dolorosa, o vaya en contra de nuestros planes. Que sepamos decir: “Que se haga tu voluntad y no la nuestra”.

Todos: Ayúdanos Señor.

Gesto: La Cruz en la que aceptó morir Jesús es la mayor muestra de aceptación de la Voluntad de Dios. Como gesto de nuestra aceptación de la voluntad de Dios en nuestras vidas, vamos a pasar un crucifijo y vamos a besar los pies de Jesús, mientras le decimos en silencio a Dios: “Hágase en mí tu voluntad. Que se cumpla en mí tu Plan”.

Danos hoy nuestro pan de cada día:

Guía 1: Cuando decimos “Danos nuestro pan de cada día”, nos ponemos en las manos de nuestro Padre Dios, confiados en que El no nos dejará solos, que nos dará todos los medios necesarios para que su Plan pueda cumplirse en nuestras vidas y en el mundo entero.

Guía 2: Gracias Señor, porque cada día nos das la vida y todo lo que necesitamos para hacer de ella una vida plena.

Todos: Gracias Señor.

Guía 2: Ayúdanos Señor a ser nosotros, canal de tu voluntad, a través del cual llegue a los demás también tu ayuda y tu Mensaje de salvación

Todos: Ayúdanos Señor.

Gesto: Expresemos a nuestro Padre Dios libremente nuestras peticiones y nuestras necesidades. A cada petición vamos a responder: “Te lo pedimos, Padre Nuestro” (invitar a que cada uno haga sus peticiones libremente)

Perdona nuestras ofensas:

Guía 1: Cuando decimos “Perdona nuestras ofensas”, reconocemos humildemente ante nuestro Padre que somos pecadores, que una y otra vez nos apartamos del Plan que él soñó para nosotros, y apelamos a su infinita bondad para que nos perdone por ello.

Guía 2: Perdónanos, Señor, porque una y otra vez nos apartamos de Ti haciendo lo que sabemos que no es bueno y olvidándonos de tu amor de Padre.

Todos: Perdónanos Señor.

Guía 2: Gracias Señor, porque enviaste a tu Hijo Jesucristo, Dios también El, para que muriera en la cruz por nuestros pecados y nos hiciese merecedores de tu perdón.

Todos: Gracias Señor.

Guía 2: Gracias Señor, porque nos dejaste el sacramento de la Reconciliación, para poder recibir tu perdón y crecer en nuestra fidelidad a Tí.

Todos: Gracias Señor.

Gesto: Hagamos un minuto de silencio para hacer un breve examen de conciencia… (silencio). Y ahora pidamos confiadamente perdón a Dios por nuestros pecados. (Puede realizarse de dos maneras: cada uno va haciendo su petición de perdón y todos responden “Perdónanos Señor”, o puede entonarse un canto de perdón)

…como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden:

Guía 1: Cuando decimos “como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”, reconocemos que su Plan se cumplirá solamente si aceptamos su invitación a imitarlo, a “amar como El nos amó” y a “ser perfectos como El es perfecto”, principalmente en el perdón.

Guía 2: Ayúdanos Señor a amar sinceramente a nuestros hermanos, incluso a los que no nos agradan, e incluso a los que nos ofenden.

Todos: Ayúdanos Señor.

Guía 2: Ayúdanos Señor a ser humildes y mansos de corazón, como Tú, y a perdonar a quienes nos han ofendido.

Todos: Ayúdanos Señor.

Guía 2: Ayúdanos Señor a amar hasta el extremo como Tú lo haces, y a perdonar, incluso a quienes se comportan manifiestamente como nuestros enemigos.

Todos: Ayúdanos Señor.

Gesto: Perdonar es el gesto más grande de amor que se puede realizar. Cerremos los ojos y tomémonos de las manos con quienes están a nuestro lado. Pensemos un instante en aquellas personas a quienes les guardamos algún rencor, o que no les hemos perdonado algo que hicieron contra nosotros o contra algún ser querido (pausa). Pidamos a Dios que libere nuestro corazón de rencor… (pausa) que nos ayude a perdonar…. (pausa). Apretemos fuertemente esas manos que tenemos tomadas, sintiendo en ellas a las personas a quienes debemos nuestro perdón…. (pausa) Hagamos el firme propósito de acercarnos a esas personas y perdonarlas sinceramente.

No nos dejes caer en la tentación:

Guía 1: Cuando decimos “No nos dejes caer en la tentación”, reconocemos que somos débiles y que siempre el tentador está intentando apartarnos del Plan de Dios, para que éste no se cumpla, y le pedimos a Dios que El sea nuestra fortaleza.

Guía 2: Te pedimos Señor que nos des un corazón fuerte y valiente, que sepa elegirte libremente cumplir tu Plan una y otra vez, por encima de las tentaciones que nos ofrece este mundo.

Todos: Te lo pedimos, Señor.

Guía 2: Te pedimos Señor que nos ayudes a ser perseverantes en este Camino que has trazado para nosotros, y que libremente hemos elegido.

Todos: Te lo pedimos, Señor.

Gesto: Confiados en que Dios nos da la fuerza suficiente para vencer toda tentación y todo mal, cantémosle agradecidos: Mi fortaleza eres Tú.

Líbranos del mal:

Guía 1: Cuando decimos “Líbranos del mal”, reconocemos que existe el demonio y que trata constantemente de desbaratar el Plan de Dios, pero reconocemos también que Dios es mucho más poderoso que el demonio y que a través de la muerte de Jesucristo ya lo venció, y nos da las fuerzas suficientes para vencerlo nosotros también.

Gesto: Pedirle a Dios que nos libre del mal, no implica quedarnos de brazos cruzados esperando que El nos libre del mal, sino poner todo de nuestra parte para luchar contra el mal, apoyados en la fuerza de Dios, y librar cada día la batalla contra el pecado. Por eso, vamos a renunciar públicamente al mal y a sus obras:

Guía 2: Renuncian a Satanás, es decir, al pecado, como negación de Dios; al mal, como signo del pecado en el mundo; al error, como ofuscación de la verdad; a la violencia, como contraria a la caridad; al egoísmo, como falta de testimonio del amor?

Todos : Sí, renunciamos!

Guía 2: Renuncian a las obras del maligno, como son: envidias y odios; perezas e indiferencias; cobardías y complejos; tristezas y desconfianzas; injusticias y favoritismos; materialismos y sensualidades; faltas de fe, esperanza y caridad?

Todos : Sí, renunciamos!

Guía 2: Renuncian a las seducciones del maligno, como son: creerte el mejor; hacerte superior; estar muy seguro de ti mismo; creer que ya estás convertido del todo; quedarte en las cosas, medios, instituciones, métodos, reglamentos y no ir a Dios?

Todos : Sí, renunciamos!

Amén:

Guía 1: Cuando decimos “Amén”, estamos prestando nuestro consentimiento a algo, estamos diciendo “Así es”, “estoy de acuerdo”, por eso siempre finalizamos la oración diciendo “Amén”, es decir, poniéndonos en las manos de Dios y aceptando su voluntad, sea cual sea, porque sabemos que El es nuestro Padre, nos ama, y quiere lo mejor para nosotros.

Gesto: Hemos meditado y reflexionado la oración más importante del cristianismo, la oración que Jesús mismo nos enseñó para dirigirnos a Dios. Resumamos todos lo que hemos vivido, meditado y reflexionado, diciendo confiadamente a Dios: Padrenuestro… (puede ser cantado)

COMPROMISOS

Personal: En mi oración diaria, al rezar el Padrenuestro, no lo haré mecánicamente, sino que seré consciente de cada una de las cosas que estoy pidiendo o prometiendo a Dios con esta oración.

En el propio ambiente:Durante la semana procuraré cumplir todo aquello a lo que me comprometo al rezar el Padrenuestro, sobre todo, a cumplir libre y dócilmente el Plan que Dios tiene para mí.

Más allá de las fronteras: Investigaré qué imagen tienen de Dios Padre otras religiones o grupos religiosos, por ejemplo: los judíos, los musulmanes, los testigos de Jehová.

3.-SERVICIO MISIONERO

ORACION INICIAL

Rezar el Padre nuestro tomados de las manos.

EXPERIENCIA DE VIDA

Se propone hacer la siguiente representación. Entra un joven hasta el medio de la escena, se sienta, hace la señal de la cruz, junta las manos y cierra los ojos.

Joven: Padre Nuestro que estás en el Cielo..

Dios(voz en off): Si. Aquí estoy..

Joven: (sin levantar la vista) Por favor … no me interrumpa. ¡Estoy rezando!

Dios: ¡Pero tú me llamaste!..

Joven: (mira desconcertado) ¿Llamé? No llamé a nadie. Estoy rezando…. Padre Nuestro que estás en el Cielo…

Dios: ¿Sí? ¿Sos vos otra vez?

Joven: ¿Cómo?

Dios: ¡Me llamaste! Recién dijiste: “Padre Nuestro que estás en los Cielos”. Estoy aquí. ¿En que te puedo ayudar?

Joven: Pero no quise decir eso. Estoy rezando. Rezo el Padrenuestro todas las noches, me siento bien rezando así. Es como cumplir con un deber. Y no me siento bien hasta cumplirlo.

Dios: Pero ¿cómo podés decir “Padre” sin pensar que me estás hablando a mí? ¿Cómo podés decir “nuestro” sin sentir que todos son tus hermanos? ¿Cómo puedes decir “que estás en los cielos”, si no sabes que el cielo es paz, que el cielo es amor a todos?

Joven: Este… es que realmente no había pensado en eso.

Dios: Bueno…. seguí con tu oración.

Joven: Santificado sea tu nombre…

Dios: ¡Esperá ahí! ¿Qué querés decir con eso?

Joven: Quiero decir… quiero decir…este… lo que significa. ¿Cómo lo voy a saber? Es parte de la oración. ¡Sólo eso!

Dios: Santificado significa digno de respeto, santo, sagrado. Con eso me estás llamando “Dios”.

Joven: Ahhh! Nunca había pensado en el sentido de la palabra “santificado”… Puedo seguir?

Dios: Siga….

Joven: "Venga a nosotros tu reino”….

Dios: ¿Estás hablando en serio?

Joven: Uy! ¿Qué dije ahora? Supongo que sí! ¿Por qué no?

Dios: ¿Y que hacés vos para que eso suceda?

Joven: ¿Cómo qué hago? ¡Nada! Es parte de la oración.

Dios: Bueno, pero yo no manejo al mundo con hilitos como marionetas…. Si querés realmente que mi Reino se haga presente en el mundo, vos tenés que hacer tu parte…. ¿Qué tal el modo en que tratás a tus hermanos? ¿Sos responsable con tus deberes del estudio o el trabajo? ¿Cuánto tiempo desperdiciás das viendo televisión, o en Internet, y cuánto tiempo que me dedicas a Mi?

Joven: Bueno…. bueno… Por favor, ¡Basta de criticar!

Dios: Disculpá. No sé por qué pensé que justo ahora ibas a decir “que se haga mi voluntad, en la tierra como en el Cielo…”.

Joven: Este…. en realidad eso estaba por decir… pero….

Dios: ¿Y seguro que siempre aceptás mi voluntad? Te oigo quejarte muy seguido….

Joven: Este… tenés razón. Muchas veces no acepto tu voluntad y me quejo por todo….

Dios: Si supieras que mi Voluntad es que seas feliz….

Joven: Oye Señor, necesito terminar ahora…. esta oración está demorando mucho más de lo acostumbrado. "Danos hoy nuestro pan de cada día "…

Dios: ¡Alto ahí! ¿Me estas pidiendo pan material? No sólo de pan vive el hombre sino también de mi Palabra. Y cuando me pidás el pan, acordate de aquellos que no lo tienen…. a quienes vos se lo tenés que dar… Pero seguí nomás, que ahora se pone más interesante….

Joven: "Perdona nuestras ofensas”

Dios: ¡Hecho! Seguí nomás….

Joven: “….como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”…

Dios: Bien! Yo ya hice mi parte…. ¿Vos hiciste la tuya?

Joven: ¿Cuál parte?

Dios: Yo ya te perdoné…. Vos no tenés alguien a quién perdonar?

Joven: Este… bueno…. pero no es tan fácil…. El me criticó muchas veces y no era verdad lo que decía, y encima me traicionó. No puedo perdonarlo. Necesito vengarme.

Dios: Pero.. ¿Y tu oración? ¿No acabás de pedirme que yo te perdone de la misma manera que vos perdonás? Vos me llamaste y aquí estoy. Y quiero que salgás de aquí transformado. Si no…. no reces esta oración….

Joven: Bueno… está bien…. Voy a hacer el esfuerzo….

Dios: Ahora terminemos la oración. Seguí con lo que queda….

Joven: "No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal…"

Dios: Excelente, voy a hacer justamente eso, pero no te pongas en situaciones donde puedas ser tentado.

Joven: Y ahora.. ¿Qué querés decir con eso?

Dios: Que dejes de andar en compañía de personas que te llevan a hacer cosas malas, secretas, oscuras…. Que dejes atrás la maldad y el odio. Todo eso te lleva al camino errado. No me uses como salida de emergencia.

Joven: ¡No te entiendo!

Dios: ¡Claro que entendés! Has hecho conmigo eso varias veces. Vas por el camino equivocado y luego corrés a pedirme socorro.

Joven: Tengo mucha vergüenza, perdóname Señor.

Dios: ¡Claro que te perdono! Siempre perdono a quien está dispuesto a perdonar también. Pero cuando me vuelvas a llamar acordate de esta conversación, meditá cada palabra que decís. Y ahora sí, terminá tu oración.

Joven: ¿Terminar? Ah, sí, "AMEN!"

Dios: ¿Y qué quiere decir "Amén"?

Joven: No lo sé. Es el final de la oración.

Dios: AMEN quiere decir que aceptás todo lo que quiero, que estás de acuerdo con mi voluntad, que vas a seguir mis mandamientos, porque AMEN quiere decir ASÍ SEA , estoy de acuerdo con todo lo que dije en la oración.

Joven: Señor, gracias por enseñarme esta oración, y ahora gracias también por hacérmela entender.

Dios: No es nada. Para eso estoy… para amarte.

Joven: ¡Gracias Señor! ¡Estoy muy feliz de saber que sos mi Padre! (hace la señal de la cruz y sale)

Luego de la representación, se propone compartir en plenario, qué les ha llamado la atención de la misma.

ILUMINACION

Escuchemos lo que escribe Juan en una de sus cartas a los primeros cristianos: “Lo que hemos visto y oído, se lo anunciamos también a ustedes para que vivan en comunión con nosotros. Y nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo. Les escribimos esto para que nuestra alegría sea completa” (1Jn 1,3-4).

Así como Juan y los demás apóstoles quieren compartir con los demás lo que ellos han conocido de Dios, nosotros también vamos a compartir hoy con otras personas lo que hemos venido conociendo de Dios en estos últimos encuentros.

ACTIVIDAD

Se propone preparar folletos sobre el Padre nuestro, para luego distribuirlos en las casas del barrio, llevando el mensaje de que tenemos un Dios que nos ama y que nunca nos deja solos. Se propone el siguiente texto para el folleto:

PADRE NUESTRO

Dios quiere que le digas “PADRE”, porque El te ama como a un hijo.
Cuando digas “NUESTRO”, recuerda que todos los que te rodean son tus hermanos, incluso aquellos que te desagradan.

Cuando digas “QUE ESTAS EN LOS CIELOS”, recuerda que esto no quiere decir que Dios esté lejos, sino que El es Dios.

Cuando digas: “SANTIFICADO SEA TU NOMBRE”, recuerda honrarlo y alabarlo durante todo el día.

Pídele que “VENGA A NOSOTROS TU REINO”, para que nuestro mundo sea más justo y más fraterno.

Dile “HAGASE TU VOLUNTAD”, ponte en sus manos, que El sabrá hacerte feliz.

Cuando pidas “DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA”, recuerda ser agradecido y dárselo tú también a los que menos tienen.

Cuando digas: “PERDONA NUESTRAS OFENSAS”, no olvides que a continuación le dices “…COMO TAMBIEN NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN”.

Pídele confiado “NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACION”, y el te fortalecerá, pero haz tú también el esfuerzo….

Pídele “LIBRANOS DEL MAL”, pero tú también decídete a vencer el mal.

Dile “AMEN” y entrégate confiadamente en las manos de Dios.

DIOS TE AMA Y TE ESPERA…. ¡ACERCATE A EL!

ORACION FINAL

Previamente se habrán preparado pequeñas rosas en papel, cartulina u otro material, una por participante. Se ubicará en un lugar destacado una Cruz, y en un recipiente cercano a la Cruz, las rosas. A modo de oración se invitará a los participantes tomen cada uno una rosa, como la del cuento de “El científico y la Rosa” compartido en el encuentro anterior y lo depositen a los pies de la Cruz, como signo de la disponibilidad de ser parte del Plan de Dios, el Jardinero, y pidiendo por las familias a las que se ha visitado. Puede acompañarse el gesto con un canto apropiado.

COMPROMISOS

Personal:Dedicaré un momento cada día a la oración, para cultivar mi “hilo primordial” que me une a Dios

En el propio ambiente:Durante esta semana cuidaré especialmente mi manera de tratar a los que me rodean, procurando ser amable y respetuoso con todos.

Más allá de las fronteras: Rezaré por todas las personas del mundo que no conocen que Dios es su Padre, para que se encuentren con El y lo conozcan.

4.- COMUNION MISIONERA

ORACION INICIAL

Canto: “Dios está aquí” o algún otro que hable de la presencia de Dios Padre en nuestras vidas.

EXPERIENCIA DE VIDA

La línea de la Vida

Indicar a los participantes que en el encuentro de hoy se va a compartir acerca de la historia de vida de cada uno. Para ellos se propone la dinámica de la línea de vida. La dinámica consiste en realizar un gráfico de línea (del tipo de los que se utilizan para indicar las ganancias o pérdidas en las empresas), a través del cual se va a hacer una síntesis de la historia de la vida de cada uno, dibujando los acontecimientos más importantes que fueron sucediendo en su vida. El gráfico se realizará en un plano con dos ejes: el horizontal que indicará la edad que tenía la persona cuando ocurrió el suceso en cuestión, y el vertical, que indicará cuán bueno o malo fue ese acontecimiento.

Luego de 10 minutos de trabajo personal, compartirlo en pequeños grupos, o en plenario si el grupo no es muy numeroso.

ILUMINACION

Vamos a ver un pasaje del libro del Éxodo, en el que se narra una parte de la historia del pueblo hebreo, cuando escapan de la esclavitud de los egipcios guiados por Moisés y comienzan su peregrinar por el desierto:

Cuando Faraón dejó salir al pueblo, Dios no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos, aunque era más corto, pues se dijo Dios: «No sea que, al verse atacado, se arrepienta el pueblo y se vuelva a Egipto.» Hizo Dios dar un rodeo al pueblo por el camino del desierto del mar de Suf. Los israelitas salieron bien equipados del país de Egipto. Partieron de Sukkot y acamparon en Etam, al borde del desierto. Yahveh iba al frente de ellos, de día en columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en columna de fuego para alumbrarlos, de modo que pudiesen marchar de día y de noche. No se apartó del pueblo ni la columna de nube por el día, ni la columna de fuego por la noche.(Ex 13,17-18.20-22)

La Bibliase escribió “mirando para atrás”. Es evidente que mientras el pueblo elegido iba cruzando el Mar Rojo, no iban en ese momento escribiendo la historia de lo que iba ocurriendo a cada momento, sino que se escribió muchos años después. Precisamente al “mirar hacia atrás”, el pueblo hebreo pudo “ver” a Dios que había estado presente ahí. Muchos de los acontecimientos que se narran en la historia sagrada, no son necesariamente literales: por ejemplo, el que Dios fuera siguiendo al pueblo por el desierto en forma de nube, y que el pueblo fuera consciente de que esa nube era la presencia de Dios, la apertura milagrosa del Mar Rojo para que pasasen los hebreos al huir de Egipto. Esto fue fruto de la reflexión posterior, que pudo descubrir la presencia de Dios que los hizo cruzar el Mar Rojo y los acompañó a lo largo del camino por el desierto, y pudieron descubrir cómo el Plan de Dios se iba cumpliendo en su historia.

Ahora vamos a hacer ese mismo ejercicio que hizo el pueblo de Dios, y vamos a “mirar para atrás” en nuestra vida. Vamos a tratar de descubrir la presencia de Dios en cada uno de los momentos de nuestras vidas. ¿En qué momentos de mi vida, puedo descubrir “huellas” de Dios? (probablemente a algunos de ellos ni siquiera los había tenido en cuenta al dibujar inicialmente la “línea de vida”. Podrán hacerse agregados o modificaciones al gráfico.

Luego de 5 minutos de reflexión personal, compartir con el grupo, en plenario lo reflexionado.

ORACION FINAL

Invitar a los participantes a poner en manos de Dios sus vidas, ofreciendo en la oración la “historia de vida” de cada uno, y pidiéndole que los ayude a acomodarlas al Plan que El tiene pensado para cada uno. Cada uno irá depositando a los pies de una cruz, en un pequeño altar, los gráficos realizados al comienzo del Encuentro, mientras se canta algún canto que hable del ofrecimiento de la propia vida a Dios, o haciendo cada uno una oración espontánea.

COMPROMISOS

Personal: Me tomaré un tiempo para revisar la historia de mi vida, y descubrir con más detenimiento en qué momentos de mi vida, Dios estuvo presente, aún cuando tal vez yo no me di cuenta.

En el propio ambiente: Viviré esta semana atento a las señales de la presencia de Dios en mi vida y, si se presenta la oportunidad, ayudaré a algún conocido a descubrirlo a Dios presente en la suya.

Más allá de las fronteras: Leeré alguna revista o periódico católico, en el que pueda encontrar noticias que hablen de la presencia de Dios en la historia de los hombres, cumpliendo su Plan.

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