A.El canto y la saludo inicial
B.Invocación del Espíritu Santo
C.La Palabra de Dios
D.La catequesis bíblica
1.El Señor Dios plantó un jardín en el Edén.El jardín del Edén es un don que viene de las manos de Dios, un lugar maravilloso, lleno de agua que riega todo el mundo.La primera tarea que Dios confía al hombre después de crearlo es atrabajar en su jardín, cultivar y proteger.El aliento de la vida que Dios ha dado a la humanidad, enriquecido por la creatividad y la fuerza y el vigor del genio, para ser capaz de ayudar en la obra de su creación.
Dios no es celoso de su trabajo, pero ponerlo a disposición de los hombres, sin desconfianza y con gran generosidad.No sólo les ha confiado toda su otra criatura, pero da a los hombres de espíritu que les permitan participar activamente en su creación, la formación de acuerdo a su propósito.El espíritu es el recurso que Dios ha puesto en el ser humano que se preocupa por él y con él, toda la creación.
Los hombres no fueron creados, como afirman algunas religiones del Antiguo Oriente, para sustituir el trabajo de los dioses o, para ser sus esclavos en los servicios más humildes.La humanidad ha sido elegido por Dios para cuidar de la naturaleza creadatrabaja en estrecha colaboracióncon su trabajo creativo.
En la tradición bíblica el trabajo manual está muy bien considerado y en las escuelas rabínicas se corresponde con el estudio.Hoy en la cara de un desprecio cada vez mayor para determinadas profesiones, sobre todo de artesanía, que es el más apropiadopara redescubrir la dignidad del trabajo manual.La vivienda y el cultivo de la tierra del jardín dada por Dios a la humanidad no sólo afecta a la mente y el corazón, pero usa sus manos también.El trabajo agrícola y la producción artesanal e industrial son dos piedras angulares de la obra a través del cual los seres humanos contribuyen al desarrollo de cada persona y de la sociedad en su conjunto.¿Cómo funciona laLaborem exercens, 9: "El trabajo es un buen hombre, un bien de su humanidad-porque a través de el trabajo el hombre no sólo transforma la naturaleza adaptándola a sus necesidades, sino que se realiza como un ser humano y la De hecho, en cierto sentido, "cada vez más humana '".
2.El Señor Dios tomó al hombre y lo puso en el jardín del Edén.Dios no solo plantar un jardín, sino que pone a vivir el hombre.La tierra del jardín se le da a los hombres a vivir en comunión unos con otros y trabajar, a cuidar el uno del otro en sus vidas.El trabajo no es un castigo divino, como se imaginaba en los mitos antiguos, o la condición de esclavitud, como se pensaba en griego-romana la cultura: es más bien una innata en cada ser humano.El mundo está esperando que los hombres se pusieron a trabajar.Ellos tienenla capacidad y la responsabilidad de implementar el diseño en el mundo creado de Dios el Creador.En este sentido, el trabajo es una forma en que el hombre vive su informe y su fidelidad a Dios
El trabajo no es lo que el final de la vida: que conserva su justa medida el medio.El objetivo es la comunión y la corresponsabilidad de los hombres con su Creador.Si el trabajo se convierte en un fin, la idolatría de la obra tomaría el lugar de la cooperación requerida por Dios a los hombres.Simplemente pidió no trabajar, sino para "trabajar preservar y cultivar" la creación divina.El hombre no trabaja por su cuenta, sino que trabaja para la obra de Dios. Su cooperación, sin embargo, es activa y responsable, por lo que , dejando de lado la pereza y la diligencia ", mantiene y cultiva" la tierra "de trabajo".
El trabajo previsto para el hombre en el Jardín del Edén es el agricultor, que consiste principalmente en el cuidado de la tierra para extender la semilla en la que emite toda su fertilidad, dando fruto en abundancia.Promover la creación, sin distorsionarla, a valorar las leyes inscritas en la naturaleza, para servir a la humanidad, de cada hombre y mujer, creados a imagen y semejanza de Dios, trabajando para liberarse de todas las formas de esclavitud, de trabajo, incluso son sólo algunas de las tareas asignado al hombre con el fin de contribuir a hacer de la humanidad una gran familia.
3.¿Por qué cultivar y cuidar.Mientras que en el primer relato de la creación (01 de enero) promete al hombre para gobernar a los animales y dominar la tierra, en el segundo piso (02 de enero) es más bien alude a la siembra y cultivo.Y si la primera historia no es cómo un gobierno despótico, sino más bien la regla generosa del gobernante sabio y justo, que busca el bien de su pueblo, en el segundo se refiere a la paciencia y la esperanza, a la espera de los frutos.
En el tiempo del hombre es buscado por la virtud de la fidelidad, similar a la que se exige a aquellos que, en Israel, prestó servicio religioso en el templo.El arduo trabajo del hombre también requiere la humildad del campesino que observa la tierra para predecir la mejor manera de cultivar, así como la modestia de un carpintero que trabaja la madera que respeta sus venas.
La utilización adecuada de los recursos de la tierra implica la integridad de la creación y la solidaridad con las generaciones futuras.Un indio alto enseña que "no debemos pensar que hemos heredado la tierra de nuestros padres, sino prestada de nuestros hijos."La tarea de la preservación de la tierra exige el respeto de la naturaleza, en el reconocimiento del orden querido por su Creador.Por lo tanto, el trabajo humano se escapa a la tentación de dilapidar las riquezas y arruinar la belleza del planeta Tierra, por lo que es su lugar, de acuerdo con el sueño de Dios, el jardín de la coexistencia y la convivencia de la familia humana, bendecida por el Padre de los cielos.
4.Con el sudor de tu rostro comerás el pan.El riesgo de que el trabajo se convierte en un ídolo también se aplica a la familia.Esto sucede cuando el trabajo tiene un gran respeto absoluto a las relaciones familiares, donde ambos cónyuges están deslumbrados por la ganancia financiera y poner su felicidad en las riquezas materiales.El riesgo de los trabajadores de todos los tiempos, es olvidar a Dios, dejando completamente absorbido por las ocupaciones mundanas, en la creencia de que son el cumplimiento de todos sus deseos.El trabajo de equilibrio, capaz de prevenir estos abusos, se requiereel discernimiento acerca de la casa de la familia y las opciones profesionales.En este sentido, parece injusto que el principio de que la mujer las tareas domésticas y el cuidado único delegado de la casa: la familia debe participar en esta tarea de acuerdo a la justa distribución de tareas.En lo que respecta, sin embargo, la ocupación, lo cierto es que la pareja deben estar de acuerdo para evitar las ausencias demasiado prolongadas de la familia.Por desgracia, la necesidad de mantener a su familia muy a menudo no da a los esposos la posibilidad de elegir con sabiduría y armonía.
El abandono de la vida religiosa y de la familia viola el mandamiento de amar a Dios y al prójimo, Jesús mostró que el primero y el más grande (cf.Mc12,28-31).Reconociendo su amor por el Padre con todos sus dones, viven en el horizonte es lo que Dios quiere para cada familia humana.Reconocer el amor del Padreen el cielo y vivir en la tierra es la vocación de cada familia.
El esfuerzo es parte de la obra.En la actual era de "todo lo que de inmediato," la educación al trabajo "transpiración" es providencial.La condición de la vida en la tierra, sólo provisional y precaria siempre, también prevé la fatiga y el dolor de la familia, especialmente en lo que respecta al trabajo que hacer para sostenerse.El trabajo duro es, sin embargo, el sentido y el alivio cuando se toma no para su enriquecimiento propio y egoísta, sino para compartir los recursos de la vida, tanto dentro como fuera de la familia, especialmente los más pobres, en la lógica del destino universal de los bienes.
A veces los padres van más allá de evitar cualquier dificultad a los niños.No hay que olvidar quela familia es la primera escuela profesional, donde se aprende a valerse por sí mismos y para otros del entorno común de la vida.La vida en familia, con los quehaceres de su casa, enseña a apreciar el esfuerzo y fortalecer la voluntad en vista del bien común y beneficio mutuo.
E.Escuchar el Magisterio
El cristiano reconoce el valor del trabajo, sino que también es capaz de ver las deformaciones introducidas por el pecado.la familia cristiana acoge esta obra como una providencia especial para su vida y las vidas de su familia.Sin embargo, evitar que un valor absoluto de la obra y considera que esta tendencia está tan extendida hoy en día, como una tentación de idolatría de la época.No se limita a afirmar una creencia diferente.Establece su vida para que un proyecciones alternativas prioritarias.Es la preocupación de laLaborem exercens9, por lo que el "trabajo, según el cual la materia es ennoblecida, el hombre mismo no sufra mengua de su dignidad".
Ofertas de empleo: bueno para la persona y su dignidad
Sin embargo, con todo este esfuerzo – y tal vez, en cierto sentido, a causa de ella – el trabajo es un buen hombre.Si esta propiedad lleva la marca de un "bonum arduum"en la terminología de Santo Tomás, el hecho es que, como tal, es un buen hombre.Y no sólo es bueno en "útiles" o "para ser disfrutado", sino un "digno" bueno, es decir, que corresponde a la dignidad del hombre, un bien que expresa esta dignidad y la aumenta.Queriendo aclarar el significado ético del trabajo, debe tener ante nuestros ojos ante todo esta verdad.[…]
Sin esta consideración es imposible entender el significado de la virtud de la laboriosidad y más en concreto no se puede entender por qué la laboriosidad debería ser una virtud: la virtud, como actitud moral es algo que el hombre llega a ser bueno como hombre.Este hecho no cambia para nada nuestra justa preocupación, que en la obra, mediante el cual la materia es ennoblecida, el hombre mismo no sufra mengua de su dignidad.Es bien sabido, sin embargo, puede utilizar diversos modos el trabajo contra el hombre, que se puede castigar al hombre con el sistema de trabajo forzoso enlos campos de concentración, que puede hacer la mitad del trabajo de la opresión del hombre, que en última instancia, puede de diversas formas de explotar el trabajo humano, es decir, el hombre que trabaja.Estos factores militan en favor de la obligación moral de unir la laboriosidad como virtud con el orden social del trabajo, que permitirá al hombre "hacerse más humano" en el trabajo, y no degradarse a causa del trabajo, no sólo llevar a cabo las fuerzas físicas (lo que, al menos hasta cierto punto, es inevitable), pero sobre todo, menoscabando la dignidad y la subjetividad que son propias.[Laborem exercens, 9]
F.Preguntas para el diálogo de pareja y de grupo
PREGUNTAS PARA LA PAREJA
- Nosotros nos apoyen en nuestras labores profesionales respectivas?
- Estamos mirando adelante a las ocasiones en que el trabajo manual para hacer juntos?
- Nuestros niños a entender el trabajo duro y el valor del dinero ganado por la dedicación y el trabajo duro?
- Compartimos el producto de nuestro trabajo con los pobres?
PREGUNTAS PARA EL GRUPO DE LA FAMILIA Y LA COMUNIDAD
- A medida que la crisis económica que afecta las vidas de nuestras familias?
- En nuestras comunidades cristianas existe la preocupación de aquellos que están desempleados o trabajadores en la precariedad laboral, los bajos salarios o insalubres?
- ¿Qué opciones prácticas puede hacer la familia para educar a los niños a la "integridad de la creación"?
- Las formas de la esclavitud todavía existe en el mundo del trabajo?¿Cómo se pueden ganar, enfrentarlos y superarlos?