Desde el año 1993, el 24 de marzo, aniversario del asesinato de Mons. Óscar A. Romero, Arzobispo de San Salvador (1980), se recuerdan también a todos los misioneros que han muerto en distintas partes del mundo, al servicio del Evangelio y del anuncio de Cristo. Dieron inicio a esta jornada un Movimiento Juvenil Misionero en Roma, Italia (Missio Italia, que es el equivalente a lo que se conoce como Juventud Misionera en El Salvador)y se ha extendido a muchos otros países tanto en Europa como en America.
Muchas diócesis, parroquias, familias, institutos religiosos participan de esta jornada del 24 de marzo, recordando a los misioneros mártires y, con ellos, a todos los que han derramado su sangre por la causa del Evangelio.
También es una jornada de especial oración y ayuno por todos los misioneros que hoy anuncian el Evangelio de Jesús en distintas partes del mundo. Las Obras Misionales Pontificias adhieren a esta jornada de oración y ayuno; y la promovemos como propia.
Durante el año 2013, fueron 22 los laicos, religiosos y sacerdotes que perdieron la vida por su compromiso con la fe y los valores que de ella dimanan. Según datos de la agencia Fides, en el periodo 2001-2012, murieron 294 agentes pastorales. El decenio anterior fue uno de los más trágicos, con 604, muy por encima de los 115 que habían fallecido en los años ochenta.
Muchas parroquias, por toda Italia, organizarán en esta fecha vigilias de oración y vía crucis, en una jornada que este año llega a su 22 edición.