El verdadero misionero es el santo y el santo es verdadero misionero (san Juan Pablo II).A lo largo de los casi 27 años que duró su pontificado la labor pastoral realizada por el papa Juan Pablo II fue enorme y voluntariosa, hasta el punto de que muchos no han dudado en llamarle "el atleta de Dios",Y firme y comprometida fue Su entrega por la causa de las misiones. La dimensión misionera del ministerio Pontificio de San Juan Pablo II, se manifiesta, sobre todo, en su encíclica Redepmtoris Missio, Publicado en 1990, y que ha quedado como muestra y testimonio de su sentir misionero. Aylin este documento un contenido impulso evangelizador, una Una llamada de atención sobre la responsabilidad misionera de toda la Iglesia, con buscando urgentemente a todos los católicos a ponerse en marcha para dar a conocer el mensaje de Jesucristo por toda la Tierra.
San Juan Pablo II tenía muy claro qué había que lanzarse con bríos renovados hacia la aventura misionera porque la evangelización del mundo está aún en sus comienzos y constituye, además, la primera razón de ser y desistir de la propia Iglesia.