En 1963 el Papa Pablo VI designó la fiesta del Buen Pastor como la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. Jesús, el Buen Pastor nos conoce muy bien y da su vida por nosotros. Como seguidores de Jesús hemos sido llamados a ser fieles a la gracia de Dios.
Al celebrar esta fiesta rogamos por la fidelidad para cumplir con nuestra vocación. La Iglesia nos invita a honrar la vocación que todos los cristianos recibimos en nuestro Bautismo. Que por la vocación al matrimonio, al sacerdocio, al diaconado, a la vida consagrada o a la vida célibe continuemos siendo fieles a nuestras promesas. Que aquellos que tratan de discernir su vocación permitan que la voz del Buen Pastor los guíe.
Oficio de Oración
Llamado a la oración
Guía: La Luz de Cristo nos rodea.
Todos: Nos regocijamos en la presencia de Cristo.
Guía: El amor de Cristo nos envuelve.
Todos: Proclamamos la Buena Nueva del amor de Cristo. ¡Aleluya!
Todos: Nos regocijamos en la presencia de Cristo.
Guía: El amor de Cristo nos envuelve.
Todos: Proclamamos la Buena Nueva del amor de Cristo. ¡Aleluya!
Canto
Oración de apertura
Guía: Oremos:
Todos: Oh Dios de bondad, nos llamas por nuestro nombre y nos das vida. Por el bautismo nos envías a proclamar la Buena Nueva.
Bendice y fortalece a todos los hombres y mujeres, laicos y ordenados, quienes sirven en la Iglesia. Guía y da sabiduría a los que tratan de discernir su vocación. Enriquece nuestra Iglesia con personas dedicadas al matrimonio y a la vida célibe, con sacerdotes, religiosos y diáconos. Que llenos de alegría y de tu Espíritu Santo podamos seguir a Jesús, nuestro Buen Pastor, ahora y siempre. Amén.
Todos: Oh Dios de bondad, nos llamas por nuestro nombre y nos das vida. Por el bautismo nos envías a proclamar la Buena Nueva.
Bendice y fortalece a todos los hombres y mujeres, laicos y ordenados, quienes sirven en la Iglesia. Guía y da sabiduría a los que tratan de discernir su vocación. Enriquece nuestra Iglesia con personas dedicadas al matrimonio y a la vida célibe, con sacerdotes, religiosos y diáconos. Que llenos de alegría y de tu Espíritu Santo podamos seguir a Jesús, nuestro Buen Pastor, ahora y siempre. Amén.
Salmo 23– Seleccione una versión recitada o cantada del Salmo 23.
Lectura– Juan 10:1–10 ó Isaías 40:9–11.
Reflexión
Invite a alguien para que comparta su reflexión sobre la vocación de cada cristiano a raíz de nuestro bautismo. El padre de un sacerdote, hermano o hermana puede ofrecer una perspectiva sobre las vocaciones.
Respuesta
Ofrezca lápices y una ficha o prepare una tarjeta de compromiso con las vocaciones. Pida a los participantes que escriban su compromiso a profundizar en su vocación y animar las vocaciones cristianas en la Iglesia.
Compromiso y bendición
El Señor te ha formado en una comunidad que se ama y sirve mutuamente e inspira a otros. ¿Continuarán su servicio generoso y la promoción de futuros sacerdotes y religiosos en su ambiente dando ánimo y apoyo?
Todos: ¡Sí lo haremos!
Oremos por las Vocaciones
Oración por las Vocaciones
Oh Dios de bondad,
nos llamas por nuestro nombre y nos das vida.
Por el bautismo nos envías a
proclamar la Buena Nueva.
Bendice y fortalece a todos los hombres y
mujeres, laicos y ordenados,
quienes sirven en la Iglesia.
Guía y da sabiduría a los que tratan
de discernir su vocación.
Enriquece nuestra Iglesia con personas
dedicadas al matrimonio y a la vida célibe,
con sacerdotes, religiosos y diáconos.
Que llenos de alegría y de tu Espíritu Santo
podamos seguir a Jesús, nuestro Buen Pastor,
ahora y siempre. Amén.
Oh Dios de bondad,
nos llamas por nuestro nombre y nos das vida.
Por el bautismo nos envías a
proclamar la Buena Nueva.
Bendice y fortalece a todos los hombres y
mujeres, laicos y ordenados,
quienes sirven en la Iglesia.
Guía y da sabiduría a los que tratan
de discernir su vocación.
Enriquece nuestra Iglesia con personas
dedicadas al matrimonio y a la vida célibe,
con sacerdotes, religiosos y diáconos.
Que llenos de alegría y de tu Espíritu Santo
podamos seguir a Jesús, nuestro Buen Pastor,
ahora y siempre. Amén.
Envío
Invite a los participantes a ponerse de pie, responder la pregunta y rezar en silencio o en voz alta su compromiso. Todos levantan sus tarjetas y reciben una bendición. Los participantes se llevan las tarjetas a su casa como recordatorio. El rito de envío puede concluir con una bendición con agua bendita.
• Dios los ha formado como pueblo especial. Que continúen siendo
valientes y fieles en la construcción de la morada de Dios. ¡Amén!
valientes y fieles en la construcción de la morada de Dios. ¡Amén!
• Dios los ha bendecido con una rica variedad de vocaciones y dones
para servirnos mutuamente en santidad. Que sean receptivos a una
nueva infusión de gracia al renovar su compromiso vocacional hoy.
¡Amén!
• Dios llama de esta comunidad a dirigentes para la Iglesia y siervos
como ministros laicos, sacerdotes y religiosos. Que animen y apoyen
su llamada para la edificación del reino de Jesús en la Tierra. ¡Amén!
Signo de la paz
Canto final
Archivo(s) adjunto(s):
ejercicio de oracio.pdf |