Mons. Rodrigo Orlando Cabrera Cuellar
Presidente de la Comisión Episcopal de Misiones
El Papa Francisco divide su mensaje misionero para este año en cinco puntos importantes:
1.En el primero nos recuerda que la fe es un don de Dios, que no es para guardarla en nosotros mismos, sino para compartirla con los demás. Si no: “nos convertimos en cristianos aislados, estériles y enfermos. El anuncio del Evangelio es parte del ser discípulos de Cristo y es un compromiso constante que anima toda la vida de la Iglesia”. La fe “también se mide por la capacidad de comunicarla a los demás”.
2.La misión de la Iglesia “no es solo cuestión de territorios geográficos, sino de pueblos, de culturas, e individuos independientes, precisamente porque los límites de la fe no solo atraviesan lugares y tradiciones humanas, sino el corazón de cada hombre y cada mujer”. La misión es obligación de todos los bautizados, comenzando por obispos, presbíteros, diáconos, religiosos y religiosas.
En todo proceso de formación de la fe, debe ir incluida la misión como dimensión esencial de la Iglesia, para que todo mundo conozca el plan de salvación del Padre, que abarca todos los aspectos de la vida humana.
3.La misión encuentra obstáculos incluso en la misma Iglesia: “en ocasiones todavía se piensa que llevar la verdad del Evangelio es violentar la libertad”. No se debe olvidar que la fe no se puede imponer a nadie, sino que debe ser aceptada por las personas, libremente; proponer la verdad del Evangelio es más bien un homenaje a la libertad de los individuos.
El que anuncia el Evangelio no lo hace a título personal, “si no en unión de la misión de la Iglesia y en su nombre. Y esto da fuerza a la misión y hace sentir a cada misionero y evangelizador que nunca está solo, que forma parte de un solo cuerpo animado por el Espíritu Santo”.
4. Hay varios rasgos que caracterizan nuestra época, como la movilidad humana y la facilidad de comunicación a través de los nuevos medios.
Numerosas familias enteras que se trasladan de un continente a otro; los intercambios profesionales y culturales, el turismo y otros fenómenos análogos. En grandes sectores tradicionalmente cristianos, aumenta el número de los que se alejan de la fe.
“vivimos en una época de crisis que afecta a muchas áreas de la vida, no sólo la economía, las finanzas, la seguridad alimentaria, el medio ambiente, sino también la del sentido profundo de la vida y los valores fundamentales que la animan”. Abundan las “tensiones y conflictos que causan inseguridad y fatiga para encontrar el camino hacia una paz estable”. La situación de la humanidad es grave y compleja.
El hombre de hoy “necesita una luz fuerte que ilumine su camino y que sólo el encuentro con Cristo puede darle”.
5.El Papa anima a todos los misioneros y misioneras; presbíteros, religiosos, religiosas y fieles laicos, que dejando su patria anuncian el Evangelio con ilusión y con alegría. Hace una invitación a todas las iglesias particulares que poseen gran número de sacerdotes, religiosos, religiosas, vocaciones y fieles laicos dispuestos a la misión, a ayudar con personal misionero a las iglesias necesitadas, como también a la misión Ad Gentes.
Por ultimo, el Papa expresa su cercanía a los cristianos que sufren persecución por vivir su fe y anunciarla con valentía, y les recuerda la expresión de jesus: “Confiad, yo he vencido al mundo” (Jn. 16,33).
Les llama a los perseguidos por su fe, “testigos valientes – aún más numerosos que los mártires de los primeros siglos – que soportan con perseverancia apostólica las diversas formas de persecución actuales”.
La misión es un mandato explícito de Cristo que debemos asumir con seriedad y responsabilidad. No olvidar nunca que toda la formación en la fe, comenzando por los seminarios, desde contener la dimensión esencial de la misión dentro y fuera de las fronteras patrias. La evangelización es el mejor aporte, que la Iglesia puede prestar para la construcción de la paz.
Les envio a todos un fuerte saludo y que este mes de la misiones nos ayude a todos a tomar mas conciencia sobre nuestra propia tarea misionera. Bendiciones