"La fe implica un testimonio y un compromiso público":El Papa da a conocer laCarta Apostólicacon todos los detalles del Año de la Fe (11 de octubre de 2012 al 24 de noviembre de 2013).Con la Carta Apostólica en forma demotu proprioPorta Fidei(Puerta de la Fe).
Benedicto XVI explica la razón por la que ha proclamado un Año de la Fe del 11 de octubre de 2012 (50 aniversario de la apertura del Concilio Ecuménico Vaticano II) al 24 de noviembre de 2013, Solemnidad de Cristo Rey del universo.Así, escribe el Papa:
"En un tiempo como el actual, en muchos sectores de la sociedad hay una profunda crisis de la fe y un cristiano no puede pensar nunca que creer es un hecho privado, ya que la fe implica un testimonio y un compromiso público y exige la responsabilidad social en la que se cree".
El Papa anunciaba la apertura de este Año de la Fe ayer domingo, en su mensaje en el rezo del Ángelus, con estas palabras:
"Como hace poco hice durante la homilía de la Misa, con gusto aprovecho de esta ocasión para anunciar que he decidido convocar un especial “Año de la Fe”, que tendrá inicio el 11 de octubre de 2012 – 50° aniversario de la apertura del Concilio Ecuménico Vaticano II – y se concluirá el 24 de noviembre de 2013, Solemnidad de Cristo Rey del universo. Las motivaciones, las finalidad y las líneas directivas de este “Año”, las he expuesto en una Carta Apostólica que será publicada en los próximos días [documento que ya se ha hecho público].
El Siervo de Dios Pablo VI convocó un análogo “Año de la fe” en 1967, con ocasión del décimo noveno centenario del martirio de los Apóstoles Pedro y Pablo, durante un periodo de grandes cambios culturales. Considero que, transcurrido medio siglo de la apertura del Concilio, ligada a la feliz memoria del Beato Juan XXIII, sea oportuno recordar la belleza y la centralidad de la fe, la exigencia de reforzarla y profundizarla a nivel personal y comunitario, y hacerlo en perspectiva no tanto celebrativa, sino más bien misionera, en la óptica, justamente, de la misión ad gentes y de la nueva evangelización.
Queridos amigos, en la Liturgia de este domingo se lee aquello que san Pablo escribió a los Tesalonicenses: “Nuestro Evangelio no se difundió entre ustedes solo por medio de la palabra, sino también con la potencia del Espíritu Santo y con profunda convicción”. Que estas palabra del Apóstol de las gentes sea auspicio y programa para los misioneros de hoy – sacerdotes, religiosos y laicos – comprometidos en anunciar a Cristo a quien no lo conoce, o a quien lo ha reducido a simple personaje histórico. Que la Virgen María ayude a cada cristiano a ser un válido testimonio del Evangelio".