En esta semana se pretende promover entre los fieles la constancia en la oración para dar gracias a Dios por el don de la fe, así como para pedir al dueño de la mies que envíe operarios a su mies y que el anuncio de la Buena Noticia llegue a todos los pueblos. Conviene llevar estas intenciones tanto a la oración personal como a la comunitaria, comenzando por la participación en la Eucaristía, y sin olvidar el rezo del Rosario Misionero, las vigilias de oración y otras posibles celebraciones litúrgicas de carácter misionero.
Benedicto XVI nos recuerda que “la oración se convierte en estos momentos en una exigencia muy concreta, como medio para recibir constantemente fuerzas de Cristo”.
Algunas ideas para vivir esta semana con nuestra comunidad parroquial, son las siguientes:
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Catequesis previa a las celebraciones eucarísticas, con información sobre las Misiones.
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Desarrollar y trabajar en comunidad el Mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones, del Papa Benedicto XVI.
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Pedir a los grupos de oración, movimientos, adoradores del Santísimo Sacramento y feligresía en general, que se incremente la oración especialmente por las misiones en el mundo entero.
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Organizar una Jornada de oración misionera en cada comunidad. Destacar un tiempo de adoración al Santísimo Sacramento. Durante el mes de octubre, hacer cada día un momento distinto de oración.
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Dar a conocer la Obra de la Infancia y Adolescencia Misionera.