OBJETIVO A LA SEMANA DE LA OFRENDA
[img_assist|nid=661|title=|desc=|link=none|align=right|width=250|height=190]Esta semana se orienta a implicarnos en la cooperación económica con las misiones. Para ello es preciso informarnos sobre las necesidades en medio de las cuales viven y se desarrollan su labor los misioneros, y sentir como nuestras esas urgencias, entregando en beneficio de las misiones en una desprendida aportación económica. Se nos anima a compartir los bienes con quienes carecen de ellos, a la vez que se nos estimula a compartir la vida como voluntarios en tareas y acciones que ayuden a los más necesitados.
VEAMOS LA REALIDAD:
En octubre misionero la oración y cooperación material responden al estado de necesidad que sufren tantas personas y poblaciones de la tierra. “Muchos sacerdotes, religiosos y religiosas de todas partes del mundo, numerosos laicos y hasta familias enteras dejan sus países, sus comunidades locales y se van a otras iglesias para testimoniar y anunciar el nombre de Cristo, en el cual la humanidad encuentra la salvación”(Mensaje del Papa Benedicto XVI, DOMUND 2012).
Cada año llegan a la Pontificia Obra de la Propagación de la Fe (POPF), que tiene como una de las actividades específicas la animación y organización del octubre misionero y la Colecta Mundial de las Misiones, un promedio de 6,000 proyectos a los que responde con lo recaudado durante la Colecta Mundial de las Misiones. Las colectas provenientes de todo el mundo se suman a un Fondo Universal de Solidaridad, para así cada año, dar vida a un programa de ayuda universal, cuya finalidad es la ayuda económica a las misiones en sus esfuerzos de evangelización, del anuncio de la Buena Nueva que es Jesús y de desarrollo, sociales y educativos. Estudiemos las estadísticas misioneras. Búscalas en www.elsalvadormisionero.org.
JUZGUEMOS:
El Mensaje del papa Benedicto XVI para la jornada mundial de las misiones de este año, hacen mucho eco y nos recuerdan en las palabras de San Agustín “No es parte de tus bienes lo que des a los pobres, es lo que por herencia de Dios le pertenece”. El aporte económico demuestra corresponsabilidad con nuestros hermanos necesitados ante las obras de misericordia y los desafíos económicos mundiales que tienen hundido en la pobreza a millones de seres humanos.
«Mayor felicidad hay en dar que en recibir» (Hechos 20, 35)Muchos dicen ¡Hoy por mí, Mañana por ti!, si nosotros damos un aporte económico, ¿Cómo un empobrecido nos lo devolverá?, respecto a las ayudas materiales es importante comprobar el espíritu con el que se da. Para ello, es necesario revisar el propio estilo de vida: las misiones no piden solamente ayuda, sino compartir el anuncio y la caridad para con los pobres. “Todo lo que hemos recibido de Dios -tanto la vida como los bienes materiales- no es nuestro sino que nos ha sido dado para usarlo. La generosidad en el dar debe estar siempre iluminada e inspirada por la fe: entonces sí que hay más alegría en dar que en recibir.” (RM 81)
Muchos son los responsables de la pobreza en el mundo, por eso el Beato Juan Pablo II nos interpela y dice que: “la cooperación debe implicar también a los responsables de la política, de la economía de la cultura, del periodismo, además de los expertos de los diversos Organismos internacionales.”
ACTUEMOS:
Realizar una campaña de concientización en la parroquia, sobre la importancia de la ofrenda a las obras de propagación de la fe, mediante esta catequesis.
La Jornada Misionera Mundial, orientada a sensibilizar sobre el problema misionero, así como a recoger donativos, es una cita importante en la vida de la Iglesia, porque enseña cómo se ha de dar: en la celebración eucarística, esto es, como ofrenda a Dios, y para todas las misiones del mundo.
CELEBREMOS:
- Preparar la liturgia y ornamentar la parroquia con globos, flores, e imágenes misioneras.
- Realizar la colecta mundial de las misiones.
- Celebrar la misa de evangelización de los Pueblos. Es recomendable que en este día la homilía sea de carácter misionero, con especial referencia a la Obra de Propagación de la Fe.
- Comprometer a los coordinadores de las fuerzas vivas de los movimientos y asociaciones de la parroquia junto con los consejos pastorales para distribuir de forma personalizada los sobres de la colecta misionera incluyendo los colegios católicos.
- Rezar el rosario misionero.
- Dar a conocer la Obra de la Propagación de la Fe, con el trabajo en sus ramas de la Juventud Misionera, Unión de Enfermos Misioneros, Familia Misionera, laicos misioneros, etc.
- Metros de coras (colocar una cinta en el piso o suelo y que todos coloquen monedas hasta llenar el metro).
- Bicimisión (realizar un recorrido en bicicletas por la comunidad, llevando alcancías, consignas misioneras o vendiendo artículos misioneros y así llenar el alcancía).
- Maratón misionera (realizar una carrera en la calle principal del pueblo, cobrar por la inscripción y destinar esos fondos al DOMUND, por supuesto conseguir premios donados para los ganadores).