¡Oh! Dios que eres Padre de misericordia, que vives, sufres, sueñas, ríes con cada uno de tus hijos. Dirigimos hacia ti nuestra mirada para bendecirte y agradecerte por tu · presencia misericordiosa, sutil, a veces imperceptible, pero siempre maravillosa entre nosotros tus hijos. Abrimos nuestro corazón para expresarte nuestro dolor ante tanta violencia, tanta injusticia, tanta muerte. Abrimos nuestro corazón para expresarte nuestro dolor ante Cuadros dramáticos de abandono, enfermedad, soledad, división y sufrimiento de nuestras familias. Abrimos nuestros corazones para pedirte que nos perdones, nos purifique, nos limpies de toda maldad, de toda indiferencia.
Ponemos en tus manos generosas todos nuestros anhelos y proyectos. Toda lucha, el trabajo y la esperanza de muchas familias que resisten pacíficamente y buscan condiciones de justicia para construir una vida digna. Ayúdanos a descubrir cada día, que vale la pena seguir construyendo la paz desde nuestras familias para crear un mundo nuevo.
Danos la gracia de ver cada amanecer como una oportunidad para vivir y construir, para amar y para servir. Permítenos sorprendernos en cada momento de nuestra historia con la triunfante vida que se impone sobre el dolor y la muerte. Haz que por intercesión de la Sagrada Familia alcancemos la paz verdadera para El Salvador. Amen.