Una nueva ola de violencia embiste El Salvador, en todo el país se vive una situación de alarma. Los últimos hechos narran el asesinato de un agente de policía, la mañana de este domingo, en la comisaría de San Ignacio, en el departamento de Chalatenango, cerca de la frontera con Honduras.
Desde enero hasta hoy, han sido asesinados en circunstancias similares policias, agentes de seguridad, militares y un magistrado. Según las autoridades de El Salvador, se trataría de una estrategia de las organizaciones criminales para forzar al Gobierno a negociar un acuerdo con las bandas delictivas. El Gobierno de El Salvador ha hecho saber que no se realizará ningun acuerdo con los exponentes de estas organizaciones criminales del país.
“No a la guerra, no a la miseria, no a la violencia”, fueron las palabras del Papa Francisco este domingo después de la oración del Ángelus, donde manifestó su viva preocupación ante las noticias que llegan desde El Salvador, donde en los últimos días – señalaba el Pontífice – se ha agravado la situación de la población a causa de la miseria, de la crisis económica, de agudos contrastes sociales y de la creciente violencia”. Escuchemos las palabras del Santo Padre.
“Sigo con viva preocupación las noticias que llegan desde El Salvador, donde en los últimos días se ha agravado la situación de la población a causa de la miseria, de la crisis económica, de agudos contrastes sociales y de la creciente violencia. Animo al querido pueblo salvadoreño a permanecer unido en la esperanza, y exhorto a todos a rezar para que en la tierra del beato Oscar Romero renazca la justicia y la paz”.
La gravedad de esta situación en el país Centro Americano, ha llevado a la Iglesia local a tomar una posición de condena ante este clima de violencia y ha lanzado un llamado a la paz durante la misa celebrada en la Catedral de la capital en la fiesta del Divino Salvador del Mundo, patrono de todo el país. “Ante la aflictiva crisis nacional, a las víctimas de la violencia les expresamos nuestro dolor y cercanía, afirmaban los Obispos salvadoreños, y en solidaridad ofrecemos a Dios nuestras oraciones”. “En este momento de mucho sufrimiento, dolor y luto, agregaban los miembros de la Conferencia Episcopal, les animamos a fortalecer su fe y mantener la esperanza, confiando en la misericordia divina; supliquemos al Divino Salvador que proteja y salve nuestra nación”. Invitamos a todos a unirnos en oración por la paz. A nuestros sacerdotes les pedimos promover la oración por la paz en todo el país.Pedimos al Divino Salvador del Mundo, invocaban los Prelados, por intercesión de la Reina de la Paz y de nuestro Beato Monseñor Romero, el don de la paz para todos.