UNA IGLESIA EN MISIÓN PERMANENTE
UNA IGLESIA EN MISION PERMANENTE
Exhortación Pastoral
Muy queridos hermanos y hermanas:
Cada año contemplamos el rostro de Jesucristo en el misterio de su transfiguración. El Divino Salvador, que da nombre a nuestra querida nación, es el Hijo de Dios hecho hombre, el siervo sufriente que murió por nosotros en la cruz y que resucitó para nuestra salvación. A la luz de este misterio tan entrañable contemplamos también a la comunidad salvadoreña, sintiéndonos solidarios con sus angustias y esperanzas, con sus tristezas y alegrías.