Para que el Señor Resucitado llene de esperanza el corazón de quienes sufren el dolor y la enfermedad
ElPapa Franciscoes este mes de abril nosproponerezar por los cristianos perseguidos.Lapersecución, los ataques y el secuestro de cristianosestán al orden del día en muchas partes delmundo.El Papa, durante los ángelus del domingo, no ha dejado de recordar los acontecimientos luctuosos que se suceden de manera dramática.
Así el 15 de marzo: “Con dolor, con mucho dolor, recibí la noticia de los atentados terroristas de hoy contra dos iglesias en la ciudad de Lahoreen Pakistán, que provocaron numerosos muertos y heridos. Son iglesias cristianas. Loscristianos son perseguidos. Nuestros hermanos derraman la sangre sólo porque son cristianos. Mientras aseguro mi oración por las víctimas y por sus familias, pido al Señor, imploro del Señor, fuente de todo bien, el don de la paz y la concordia para ese país. Que esta persecución contra los cristianos, que el mundo busca ocultar, termine y llegue la paz”.
“No cesan, lamentablemente, de llegar noticias dramáticas de lapersecución de cristianosenSiria e Irak”, decía el Papa en el ángelus del 1 de marzo, “relacionadas con violencias, secuestros de personas y abusos en contra de los cristianos y otros grupos. Queremos asegurar a quienes están implicados en estas situaciones que no les olvidamos, sino que les estamos cercanos y oramos insistentemente para que se ponga fin lo antes posible a la intolerable brutalidad de la que son víctimas. Junto con los miembros de la Curia romana ofrecí según esta intención la última santa misa de los ejercicios espirituales el viernes pasado. Al mismo tiempo pido a todos, según sus posibilidades, que trabajen por aliviar los sufrimientos de quienes atraviesan momentos de prueba, a menudo sólo por motivo de la fe que profesan. Oremos por estos hermanos y estas hermanas que sufren a causa de la fe en Siria y en Irak… Oremos en silencio…”.
Y en el ángelus de la fiesta del primer mártir, San Esteban, el 26 de diciembre, el Papa Francisco animaba a rezar “de modo particular por quienes son discriminados, perseguidos y asesinados por el testimonio que dan de Cristo. Quisiera decir a cada uno de ellos: si lleváis esta cruz con amor, habéis entrado en el misterio de la Navidad, habéis entrado en el corazón de Cristo y de la Iglesia".