Corazón de Jesús, que dijiste: «Tengo otras ovejas que no son de este redil, y es necesario que también éstas sean atraídas a Mí», ten piedad de tantas pobres almas alejadas todavía de tu redil.
Corazón de Jesús, que dijiste: «Mi yugo es suave y mi carga ligera», ten piedad de tantos hombres que viven esclavos de Satanás; haz que también ellos puedan liberarse de su esclavitud y aceptando cargar tu suave yugo, sientan toda la verdad de tus santas Palabras.
Corazón de Jesús, que dijiste: «Dejen a los niños que se acerquen a Mí», ten piedad de tantos niños que viven ignorando tu existencia; haz que puedan llegar a conocerte, recibir el bautismo de la regeneración y cantar tus alabanzas eternamente.
Corazón de Jesús, que dijiste: «Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios», purifica con el poder de tu gracia a tantas almas desventuradas que, sumergidas en el abismo de la corrupción, no saben levantar los ojos para contemplar tus divinas bellezas. De la aridez de esas tierras haz brotar lirios de pureza, que constituyan las castas delicias de tu Corazón.
Corazón de Jesús, que, en un ímpetu de amor infinito, dijiste: «Yo vine a traer fuego a la tierra, y, ¡que otra cosa quiero sino que arda!», provoca un vasto incendio de caridad en el mundo; suscita nuevas legiones de héroes que, armados con la Cruz, lleven la llama de tu Amor hasta los últimos confines de la tierra.
Corazón de Jesús, que dijiste: «El que pierde su vida por mi causa la encontrará», y enseñaste con el ejemplo a morir por los amigos, según aquellas tus sublimes palabras: «No hay amor más grande que el de dar la vida por los amigos», te suplicamos que formes muchos corazones magnánimos, que estén dispuestos a sellar con su sangre su amor para contigo y para con las almas por Ti redimidas.
Corazón de Jesús que dijiste: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida», te pido por toda la humanidad, para que te encuentre a ti, que eres la única Verdad, para que te siga a ti que eres el único Camino, y para que pueda gozar de ti que eres la Vida plena.
Amén.