Es recomendable que el pesebre, la corona de advientoy el arbolito de navidadse preparen EN FAMILIA el fin de semana que corresponde al primer domingo de Adviento. Si no se puede en esa oportunidad, también puede hacerse después.
Motivación previa
El ideal es que toda la familia, especialmente los niños, sepan de antemano que esto va a ocurrir un día determinado. Será un especial acontecimiento familiar, en el que nadie puede faltar. Si se suman abuelitos, tíos, primos, o amigos, todos sean bienvenidos.
Motivación de ese día especial:
Éste es un día de familia ¡y de bastante trabajo! Falta poco para celebrar la Navidad, el nacimiento de Jesús. Vamos a prepararnos para esa fecha conociendo más a Jesús, participando en nuestra parroquia o colegio, portándonos muy bien, diciéndole cosas lindas a las personas que queremos y compartiendo con los demás. Y muy importante: ayudando a que ningún niño se quede sin regalo. Pero además de esa preparación queremos preparar también nuestro hogar. Hagamos que se vea distinto porque estamos alegres esperando la llegada del Niño Jesús. Así como los hogares se preparan para recibir a un bebé, así vamos a dejar hoy nuestra casa especialmente bella y alegre. ¡Estamos en ADVIENTO, eso es ESPERANDO… la venida de Jesús!
Ambientación: En lo posible, escuchando alabanzas a Dios y/o villancicoscomo música de fondo.
Es clave el lugar que escogemos para colocar los símbolos de Navidad.
Sin duda, en el espacio más importante del hogar debe instalarse el pesebre.
La corona de advientose puede poner sobre la mesa de centro en el living, o en el lugar más destacado de la mesa del comedor (es importante que no tengamos que mover mucho la corona durante este tiempo).
Y el arbolito de navidadojalá que esté muy cerca del pesebre en un lugar donde no impida el tránsito cotidiano de la familia. Es muy importante, para prevenir accidentes, que la instalación eléctrica sea “como Dios manda”.
Trabajando en familia
No es recomendable establecer una muy rigurosa división de funciones, porque los niños querrán ver, tocar y hacerlo todo a la vez. Sí es necesario identificar tareas:
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Buscar
¿Dónde habremos dejado los adornos de Navidad?
¡No encontramos ese angelito que nos regaló la madrina!
¡¡¡Aquí está el alargador!!! -
Limpiar y preparar
Tú limpias las ramas pequeñas y yo las grandes (¡¡aaachiiis!!), la mami las pone en el árbol.
Mira, se le borró la pintura a este pastor en la patita
¿No eran dos ovejitas?
¿Cuál vela se enciende primero, papi? -
Colocar en su lugar
Se ve más bonita esa guirnalda arriba que abajo
Mira, si pareciera que la vaca está mirando al niño
¡El Niño Dios no se pone todavía, esperemos la nochebuena!
Hay que guardar la imagen del Niño en un lugar seguro, y que todos recuerden
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Complementos
Además del pesebre, la corona de adviento y el arbolito, en algunas casas se colocan en las puertas coronas navideñas (hechas de ramas verdes artificiales con guirnaldas). También hay otros adornos navideños que testimonian la alegría de esta espera: angelitos, candelabros, manteles, etc,
Celebrar el “nuevo rostro” del hogar
Una vez concluido el día especial en que hemos embellecido nuestra casa para la espera de Navidad, es importante que como familia celebremos lo que hemos hecho, con un almuerzo, once o cena al que TODOS aportamos en su preparación.
El sentido de este trabajo
La experiencia de instalar el pesebre y la corona, y de armar el arbolito de Navidad, no puede reducirse a un simple trabajo decorativo. Estos símbolos no son adornos. ¡Son una muestra del inmenso amor que Dios nos tiene! Tanto nos ama que se hace uno de nosotros y nace en Belén. Por eso estamos contentos esperando la Navidad, y por eso viviremos cada uno de los días que faltan para Navidad de un modo muy especial en el hogar.
La especial rutina pre-navideña
– Encender todos los días, o al menos cada domingo, el cirio correspondiente de la corona de Adviento, y hacer con respeto y dedicación la oración familiar.
– El rezo de la novenajunto a la corona de Adviento, en los nueve días que anteceden a la Navidad.
– La colocación diaria de las figuras del pesebre, en aquellas familias que siguen esa tradición.
– La bendición diaria de los alimentos, teniendo muy presente la intención de que no haya familias sin pan y sin techo, especialmente la noche de Navidad.
– Un villancico diario. Cantando rezamos dos veces, y además ¡es tan lindo cantar en familia!
– El encendido y el apagado diario de las luces del arbolito de Navidad. Es muy importante que esto lo hagan los padres, cuidando no dejarlas encendidas durante toda la noche.