La jornada esta destinada a todas las Iglesias locales, a los Institutos y Congregaciones religiosas, a las comunidades y a todos aquellos que desean rezar por los misioneros y las comunidades cristianas que viven hoy discriminación o persecuciones.
INVITAMOS:
A las COMUNIDADES diocesanas, parroquiales, Institutos y Congregaciones, a las comunidades de vida consagrada, a los seminarios, noviciados y a todos los agentes de pastoral.
- A utilizar las propuestas de oración que ponemos a disposición, no solamente para el 24 de marzo, sino también para otros momentos del año.
- A crear dentro del templo parroquial, un “ángulo de recuerdo de los mártires” utilizando una cruz, una tela roja (que podría estar colocado delante de la puerta principal), los cirios con los colores de los continentes en los cuales han muerto los misioneros, un cartel con los nombres de los misioneros asesinados.
- A hacer un gesto de reconciliación con aquellos de otras confesiones que se encuentran en nuestra ciudad.
- A informarse respecto a si ha muerto algún misionero de la propia diócesis, también en los años anteriores al 2013, para rezar por ellos.
- A ofrecer el fruto del ayuno para sostener algún proyecto de solidaridad, en la parroquia, diócesis o para colaborar con las misiones a través de las Obras Misionales Pontificias.
A las FAMILIAS
- A realizar un gesto de reconciliación: entre los padres y los hijos, entre hermanos y hermanas, entre vecinos de casa, entre los miembros de la misma familia, etc.
- A invitar al almuerzo a algún hermano o hermana de un país extranjero o más necesitado.
- A rezar en algún momento en familia por los misioneros mártires asesinados en el año 2012. (Ver en este Link:http://www.elsalvadormisionero.org/node/744)
A los ENFERMOS Y ANCIANOS Muy especialmente a los enfermos y ancianos de la Unión de Enfermos Misioneros (UEM)
para saber mas de la UEM Visita:http://elsalvadormisionero.org/omp/popf/uem
- A ofrecer sus sufrimientos y limitaciones por los misioneros mártires asesinados por anunciar el Evangelio, para sostener la misión de todos los misioneros que trabajan en cada ángulo de la tierra y para pedir al Señor el don de santas y numerosas vocaciones misioneras.
- A asociarse a la UEM para apoyar con la oración y el ofrecimiento de las propias limitaciones a todos los misioneros a lo largo de todo el año.
A los JOVENES de los Grupos Misioneros, de la Pastoral de la Juventud, de movimientos de las congregaciones y de todas las pastorales.
- A visitar, individualmente o en grupo, un hospital, una cárcel, a enfermos o ancianos más abandonados, etc.
- A ofrecer el fruto del ayuno para el sostenimiento de un proyecto de solidaridad, de la parroquia, diócesis, o bien contribuyendo con las misiones a través de las Obras Misionales Pontificias.
- A vivir en la propia parroquia o diócesis la jornada de oración y ayuno por los misioneros mártires.
¿Por qué el 24 de marzo?
Es el día de aniversario del asesinato de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, arzobispo de San Salvador. El no fue un mártir que buscaba la muerte violenta, sin embargo la aceptó, no escapo de su destino. No fue un exaltado, sino un profeta; abrió los ojos para ver la realidad que lo rodeaba y ayudó a la Iglesia a vivir al lado de quien tenía más necesidad, de quien luchaba por liberarse de la represión, de quienes querían utilizarlos para sus propios intereses.
¿Por qué una Jornada para hacer memoria de los misioneros mártires?
El amor de los misioneros mártires por los valores del Evangelio de la justicia, la paz, la libertad, la fraternidad, nos hace pensar en nuestra vida, en nuestra identidad como cristianos, en la coherencia de nuestras opciones de vida: los misioneros asesinados nos animan a vivir el Evangelio con seriedad y en su totalidad dando testimonio de el, en el ambiente en el que vivimos y realizamos nuestras actividades.
Hacer memoria de los mártires es adquirir la capacidad interior de interpretar la historia más allá de un simple conocimiento. Pensemos que detrás de cada misionero asesinado o raptado o perseguido hay sufrimientos constantes también en sus comunidades, la precariedad de la vida cotidiana, las amenazas a estos testigos humildes del Evangelio, especialmente a los laicos, que no movilizan multitudes y cuya única defensa de cada día, es muchas veces confiada a la voz de los misioneros que comparten cada uno de los pliegos de esas situaciones, motivados solamente por la fuerza del amor. El mártir es la punta de diamante de situaciones de difícil lectura. El martirio diario de numerosos cristianos, sacerdotes, religiosos, religiosas, catequistas, debería ayudarnos a pasar el umbral de lo que son simplemente informaciones o el rol de espectadores distraídos. Los misioneros asesinados por el Evangelio nos recuerdan que se terminó el tiempo de esperas vacías e inconscientes.
¿Para qué una Jornada de oración y ayuno?
La oración y el ayuno, en al tradición cristiana, son obras de amor y de comunión con Dios y con la Iglesia y vivirlos con ocasión de esta jornada significa pedirle a Dios que sostenga a los misioneros y a las comunidades cristianas que viven todavía hoy discriminaciones y persecuciones.
Fuente:http://www.missioitalia.it