La razón de ser de la Iglesia está directamente vinculada a la actividad misionera que ella está llamada a desempeñar (cfr. Ad Gentes, 2; Evangelii Nuntiandi, 14). De modo que es normal afirmar que la Iglesia es esencialmente misionera. A tal punto que es impropio decir que la Iglesia tiene una misión, porque, en realidad la Iglesia no tiene una misión, sino que ella es misión.
Ahora bien, si ella es misión, ¿por qué se hace necesario cada año, con ocasión del DOMUND, recordarle su propia esencia? ¿No sería lo más normal que miembros actuaran en proporción a lo que ella es?
Esa es la cuestión, es decir, aunque los documentos, la tradición y la doctrina afirmen la naturaleza misionera de la Iglesia en la línea de los principios, ese principio misionero que la sostiene y que conforma su situación en la historia debe ser asumido libremente. La misión no es un acto determinista e instintivo, como no lo es el acto originario en que se funda: el amor fontal del Padre, es decir, la entrada de Jesús Hijo del Padre y Primer Misionero en la historia. La misión implica la libertad y la responsabilidad de los cristianos.
Por tanto, aunque una comunidad cristiana no pierda, en la línea de los principios, su esencia misionera, en cambio sí la puede debilitar e incluso perder en los hechos concretos de su desenvolvimiento en la historia. Por tanto, el DOMUND tiene sentido, no porque agregue algo a la naturaleza misionera de la Iglesia de hecho no le agrega nada, sino porque su objetivo es recordar a los cristianos su razón de ser y profundizar en esa razón. De manera que el único aporte original que la Iglesia puede ofrecer al mundo es justamente la predicación y el testimonio vivo de Jesús, enviado del padre, que padeció, murió y resucitó para la vida del mundo.
A continuación, inspirados en el mensaje del Papa para la Jornada Mundial de las Misiones 2014, se propone una catequesis misionera en cuatro temas, que puede ayudar a profundizar el sentido de la misión en nuestras comunidades cristianas y la alegría de Evangelizar.
Los temas son los siguientes: 1) Jesús, alegría del mundo; 2) El dinero y la tristeza del mundo; 3) La Iglesia y la algría de salir; 4) Sumergidos en la alegría del Evangelio.
Pbro. Juan Vicente Chopin
Doctor en Misionologia
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