Estoy estrenándome como director nacional de las Obras Misionales Pontificias en El Salvador, quiero dar a nuestros amigos lectores un saludo cordial y fraterno, animándoles a echarnos la mano en esta obra misionera, que es la obra de Cristo Jesús fuente y origen de la Iglesia llamada hoy a continuar extendiendo el Reino.
Quiero presentar esta revista misionera que gira alrededor del mensaje del Santo Padre Francisco para la Jornada Misionera Mundial de 2014. Les entregamos el texto íntegro y unos esquemas para estudiar y reflexionar cada semana del mes misionero y también la liturgia para el DOMUND, que será el 19 de octubre, con una nota especial dedicada al extinto Papa Paulo VI que en esa misma fecha será Beatificado por el Papa Francisco en la Basílica de San Pedro. Como cada año, también queremos informarles sobre la Colecta del DOMUND del año 2013 en El Salvador.
El Papa Francisco ha sintetizado bellamente la razón de ser del DOMUND, cuando nos dice que la Jornada Mundial de las Misiones “Es un momento privilegiado en el que los fieles de los diferentes continentes se comprometen con oraciones y gestos concretos de solidaridad para ayudar a las Iglesias jóvenes en los territorios de misión. Se trata de una celebración de gracia y alegría”. Tengamos presente estas palabras, para darle todo nuestro apoyo a esta jornada. Es bueno que oremos y cooperemos, pensando también en nuestros misioneros; sacerdotes, consagrados y consagradas, laicos y laicas que desde nuestra tierra han ido gozosos a tierras de misión llevando el gozo del evangelio.
El Papa insiste en su mensaje en el gozo que produce la misión y nos invita a ser partícipes, no hay otro modo para vivir el gozo del evangelio que participando en la misión evangelizadora. En esta tarea no hay privilegiados, todos estamos invitados a participar, todos los miembros de la Iglesia. En palabras del papa lo dice así: “La alegría del evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús.” QUIENES SE DEJAN SALVAR POR ÉL SON LIBERADOS DEL PECADO, DE LA TRISTEZA, DEL VACÍO INTERIOR, DEL AISLAMIENTO. “Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría”(Exhort. Ap. Evangelii Gaudium,1) y continua “¿por qué no entramos también nosotros en este río de alegría”?
¡Hermanos no nos dejemos robar la alegría evangelizadora! es una orden a ponerse en camino, a huir del pecado de querer controlar todo según nuestros criterios, y a dejarse guiar por el Espíritu que es el verdadero protagonista de la vida de la Iglesia. Además el evangelio no es una doctrina; es difícil anunciar con alegría una doctrina o invitar a cambiar sistema de vida; sin embargo, esto se puede hacer sin dolor, pero no sin alegría, la alegría se comunica por contagio, por atracción, por irradiación; es el estupor de un encuentro fulgurante y extremamente atrayente. Aquí está núcleo de este mensaje.
El papa traza en pocas palabras el perfil del misionero: hombres y mujeres dóciles a la acción del Espíritu Santo y siempre alegres, porque aún en las dificultades de sus vidas – que no son pocas- beben de la fuente de la verdadera alegría: Jesucristo.
Espero que sea de mucho provecho para el crecimiento de la acción misionera esta jornada de reflexión, oración, colaboración económica y sobre todo de hacer cuerpo lanzándonos todos a esta tarea que Jesús nos mandó, que es la Misión.
Quiero también invitar tanto a personas individuales como estructuras parroquiales, equipos, movimientos a hacer cuerpo participando en las distintas Obras Misionales Pontificias, que todas nuestras parroquias asuman el espíritu misionero en todas sus estructuras pastorales, igualmente los movimientos y asociaciones apostólicos. Busquen el contacto en su Diócesis, pregunten a sus párrocos. No se trata de crear nuevas estructuras sino de que esas estructuras ya existentes se vean fortalecidas precisamente por el espíritu misionero. Las OMP no pretenden otra cosa que dinamizar la vida de las parroquias. Todo el caminar de los distintos congresos misioneros celebrados a lo largo del continente en nuestra américa han ido abriendo paso al dinamismo misionero pero falta mucho todavía. En esta revista van también los teléfonos y correos electrónicos que pueden facilitar estos contactos. A los párrocos de todo El Salvador, igualmente les estamos invitando a ponerse en estado de misión permanente.
Finalmente, confiamos en la asistencia siempre eficaz de nuestro Padre Dios, para que todos los esfuerzos misioneros que hagamos lleguen a su meta y que la alegría del evangelio permanezca entre nosotros.
Pbro. Estefan Turcios Carpaño
Director Nacional de las OMP