Catequesis 3: “¿Quienes son los destinatarios privilegiados del anuncio del Evangelio”

Tercera Semana:

“¿Quienes son los destinatarios privilegiados del anuncio del Evangelio”

Objetivo de la Semana:

Esta semana se orienta a implicarnos en la cooperación económica con las misiones, para ello es preciso infórmanos sobre las necesidades en medio de las cuales viven y desarrollan su labor los misioneros, y hacer nuestra esas urgencias, entregando en beneficio de las misiones una desprendida aportación económica.

Esta es una oportunidad para compartir los bienes con quienes carecen de ellos, a la vez que se nos estimula a compartir la vida misma como voluntarios en tareas y acciones que ayuden a los más necesitados.

Veamos la realidad:

En esta tercera catequesis se nos invita a pensar en los destinatarios del anuncio del evangelio, es decir en los destinatarios de la misión; ante tal pregunta el Papa Francisco nos recuerda que la respuesta está en el evangelio y nos ilumina diciéndonos: “La respuesta es clara y la encontramos en el mismo Evangelio: los pobres, los pequeños, los enfermos, aquellos que a menudo son despreciados y olvidados, aquellos que no tienen como pagarte (cf. Lc 14,13-14). La evangelización, dirigida preferentemente a ellos, es signo del Reino que Jesús ha venido a traer: «Existe un vínculo inseparable entre nuestra fe y los pobres. Nunca los dejemos solos» (Exhort. ap. Evangelii Gaudium, #48)”.

Es por tanto importante que hagamos una reflexión sobre esto: ¿Quienes son los pobres del mundo de hoy?, ¿Quienes los más pequeños? ,¿Quienes son los enfermos?, ¿Quienes son los despreciados y olvidados en nuestra sociedad actual? En el mundo hay muchas necesidades; el Secretario General de Naciones Unidas en su informe sobre la agenda de desarrollo sostenible del 2015 dijo: “Si bien algunos viven en la abundancia, miles de millones viven una situación de pobreza generalizada y se ven enfrentados a grandes desigualdades o sufren situaciones de desempleo, enfermedad o privación. El desplazamiento se encuentra en su nivel más alto desde la Segunda Guerra Mundial. Los conflictos armados, la delincuencia, el terrorismo, la persecución, la corrupción, la impunidad y el deterioro del Estado de derecho son una realidad cotidiana. Todavía se sienten los efectos de las crisis económica, alimentaria y energética mundiales. Las consecuencias del cambio climático apenas han empezado. Nuestro mundo globalizado se caracteriza por avances extraordinarios junto con niveles inaceptables e insostenibles de miseria, temor, discriminación, explotación e injusticia, y un comportamiento irresponsable respecto del medio ambiente en todos los planos”.

Juzguemos:

Ante esta realidad el Papa Francisco nos invita a no quedarnos indiferentes, sino más bien a actuar como verdaderos hermanos de los más necesitados. Nos dice: “Se escoge seguir a Cristo en esta preferencia suya, no ideológicamente, sino como él, identificándose con los pobres, viviendo como ellos en la precariedad de la vida cotidiana y en la renuncia de todo poder para convertirse en hermanos y hermanas de los últimos, llevándoles el testimonio de la alegría del Evangelio y la expresión de la caridad de Dios”.

El mundo actual se nos invita a tener una mirada muy lejos de estas realidades; muchas veces la tecnología y los medios de comunicación muchas nos apartan la mirada de estas situaciones, buscando dar respuesta al desenfrenado deseo de las personas del placer y la felicidad; encerrándonos en el egoísmo; a tal punto, que nos envuelve y nos lleva a ser personas indiferentes y llenas de frialdad para con el prójimo, incluso estando dentro de la Vida de la Iglesia.

Actuemos:

El deseo del Papa Francisco de que cada vez pueda hacerse más presente una “Iglesia pobre y para los pobres” es el deseo de toda persona que se compromete a vivir fielmente el Evangelio.

Tal expresión no hace referencia sólo a la privación de los bienes materiales, sino que la supera: nos habla de la purificación de las incrustaciones de la maldad, de la rivalidad, de la envidia, de la soberbia, que se refiere a toda la comunidad de los fieles y no sólo a la Iglesia como institución.

Así, el testimonio de Cristo vivo entre los más necesitados y la caridad se convierte en el único camino posible para que el hombre pueda superar la gran crisis que lo atenaza. Porque lo que está en crisis es, antes que nada, EL HOMBRE. Y el Santo Padre está convencido de que precisamente en cuanto que el hombre es imagen de Dios está llamado a no aislarse, a no encerrarse en la soledad y en el desánimo, porque una Iglesia que se cierra, se enferma. Por esa razón nos invita con fuerza a hacernos hermanos de todos, a salir afuera, yendo a las periferias existenciales, siguiendo la invitación de Cristo: “Id al mundo entero y predicad el Evangelio a toda criatura” (Mc 16, 15). Ante tal realidad e invitación del Santo Padre es bueno interiorizar y preguntarnos: ¿Qué estoy haciendo yo por los más pobres, por los enfermos, por los marginados y despreciados?, ¿Cómo es mi comportamiento con ellos?, ¿Acaso soy un verdugo más de su realidad?, O ¿Soy totalmente indiferente ante tal situación que viven las personas en el mundo entero? ¿A que me está invitando la Iglesia a partir de hoy?

Celebremos:

Para esta semana los invitamos a celebrar muy fervorosamente la gran fiesta de la misiones, y para ello les proponemos:

  • Preparar la liturgia del DOMUND 2015 y ornamentar la parroquia con globos, flores, e imágenes misioneras. (Celebrar la misa de evangelización de los Pueblos. Es recomendable que en este día la homilía sea de carácter misionero, con especial referencia a la Obra de Propagación de la Fe)
  • Realizar la colecta mundial de las misiones, concientizando a todo el pueblo de Dios sobre las realidades del mundo actual.
  • Comprometer a los coordinadores de las fuerzas vivas de los movimientos y asociaciones de la parroquia junto con los consejos pastorales para distribuir de forma personalizada los sobres de la colecta misionera incluyendo los colegios católicos.
  • Hacer un mural misionero para promover la realidad de la misión en el mundo puedes buscar información en nuestra web: www.elsalvadormisionero.org
  • Rezar el rosario misionero.
  • Dar a conocer la Obra de la Propagación de la Fe, con el trabajo en sus ramas de la Juventud Misionera, Unión de Enfermos Misioneros, Familia Misionera, laicos misioneros, etc.
  • Bici-misión (realizar un recorrido en bicicletas por la comunidad, llevando alcancías, consignas misioneras o vendiendo artículos misioneros y alcancías).
  • Maratón misionera (realizar una carrera en la calle principal del pueblo, cobrar por la inscripción y destinar esos fondos al DOMUND, por supuesto conseguir premios donados para los ganadores).

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