Conoce la IAM y vive la experiencia
de ser un niño y adolescente misionero.
Hace aproximadamente veinticinco años fui llamado a formar parte de un grupo de infancia Misionera. No tenía plena conciencia pues la obra apenas estaba en sus inicios, pero pronto descubrí que se trataba de ser misioneros. Asumí aquel reto de modo responsable visitando a los enfermos, a las familias alejadas y por supuesto a otros niños para que se integraran a la obra iniciada. En el primer encuentro con otro grupo de niños de la IAM no nos fue bien.
Desconocíamos aquello más elemental como nuestro saludo (de los niños del mundo siempre amigos), pues aun no teníamos el manual de la IAM. Nos dimos cuenta que es necesario prepararse y formarse para ser un buen misionero y, además, para hacer nuestra consagración.
Participaba con frecuencia, junto a mis compañeros, de la Misa dominical, que era toda una aventura, ya que caminábamos un poco más de cuatro kilómetros para ir a la parroquia. Mientras lucíamos por el camino nuestro uniforme amarillo y blanco, hay va ya el grupo de chiltotas, decían los vecinos. Aquellas palabras no nos molestaban, al contrario nos caía en gracia y lo tomábamos como parte de nuestro testimonio misionero.
La gente veía que íbamos a Misa junto a nuestro asesor y eso era significativo. De aquel entusiasmo y dedicación nació mi deseo de consagrarme a Dios en el ministerio sacerdotal, don que recibí el 06 de diciembre de 2003. La obra pontificia de la Infancia y Adolescencia Misionera (IAM) significó para mí el despertar del espíritu misionero y el deseo de un compromiso con Dios al servicio de la Iglesia.
Hoy el Señor me permite dar este servicio de secretario nacional de la IAM. Quiero agradecer al secretariado nacional y a cada uno de los secretariados diocesanos por el trabajo misionero que realizan en favor de los niños y adolescentes de nuestro país. Al mismo tiempo invito a todos los sacerdotes a conocer esta obra y esta propuesta de formación para que nuestros niños y adolescentes sean verdaderos discípulos misioneros de Jesús.
¡¡¡Atrévete a vivir la experiencia de ser un niño y adolescente misionero!!!
Pbro. Cristóbal Zavala Guevara
Secretario Nacional de la IAM