El objetivo de esta semana es sucitar entre todos nosotros la apertura para escuchar la voz de Dios, que llama y envía a la misión. Para ello se recomienda participar en actividades de formación misionera, celebrar algún encuentro con misioneros, estar atentos y disponibles a la llamada de Dios, y mantener vivo el interés por las necesidades de la Iglesia a la hora de llevar al mundo el mensaje de Salvación. La animación misionera nos ayuda a comprometernos a ser instrumentos de unidad y de amor y a estar receptivos a la posible vocación misionera.
"Hago un llamamiento a todos aquellos que sienten la llamada a responder con generosidad a la voz del Espíritu Santo, según su estado de vida, y a no tener iedo de ser generosos con el Señor. Invito también a los obispos, las familias religiosas, las comunidades y todas las congregaciones cristianas a sostener, con visión de futuro y discernimiento atento, la llamada misionera Ad Gentes y a ayudar a las iglesias que necesitan sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos para fortalecer la comunidad cristiana." (Papa Francisco)