1. ¿Qué es la Misión Ad Gentes?
La Misión Ad Gentes es llevar el Evangelio a quienes aun no conocen a Cristo (RM31). Es la misión dirigida a “pueblos, grupos humanos, contextos socioculturales donde Cristo y su Evangelio no son conocidos, o donde faltan comunidades cristianas suficientemente maduras como para poder encarnar la fe en el propio ambiente y anunciarla a otros grupos. Esta es propiamente la Misión Ad Gentes”(RM 33). La Misión Ad Gentes es el anuncio y la implantación de la Iglesia Católica en los pueblos y grupos humanos donde aun no está la Iglesia ( RM34)
2. ¿ Cuál es la peculiaridad de la Misión Ad Gentes?
“La peculiaridad de esta Misión Ad Gentes está en el hecho de que se dirige a los «no cristianos»” RM34.
3. ¿Quiénes son los destinatarios de la Misión Ad Gentes?
La “Misión Ad Gentes, tiene como destinatarios « a los pueblos o grupos humanos que todavía no creen en Cristo », « a los que están alejados de Cristo », entre los cuales la Iglesia « no ha arraigado todavía », y cuya cultura no ha sido influenciada aún por el Evangelio” La Misión Ad Gentes “tiene como destinatarios a los hombres que no conocen a Cristo y su Evangelio, y que en su gran mayoría pertenecen a otras religiones”
4. ¿Cuantos tipos de Misión hay en la Iglesia?
Hay tres tipos de apostolado: La Misión Ad Gentes, la Nueva Evangelización y la Atención Pastoral de los fieles. La Misión Ad Gentes es la Misión que se dirige a todos aquellos que aun no recibieron el anuncio de la Fe. A quien ya recibió la Fe pero la rechazó, se dirige la llamada “Nueva Evangelización”, pero no la Misión Ad Gentes-. ¿Y cómo se llama la atención espiritual dirigida a los fieles? Esa es la “Atención Pastoral a los Fieles”.
5. ¿Es la Misión Ad Gentes la tarea primordial?
Sí, la tarea primordial de la Iglesia es la Misión Ad Gentes. Así nos lo recordaba San Juan Pablo II: “No obstante, es necesario mantener viva la solicitud por el anuncio y por la fundación de nuevas Iglesias en los pueblos y grupos humanos donde no existen, porque ésta es la tarea primordial de la Iglesia, que ha sido enviada a todos los pueblos, hasta los confines de la tierra”
6. ¿Es urgente la Misión Ad Gentes?
Sí, la Misión Ad Gentes es urgente. Juan Pablo II señaló lo siguiente: “preveo que ha llegado el momento de dedicar todas las fuerzas eclesiales a la nueva evangelización y a la Misión Ad Gentes. Ningún creyente en Cristo, ninguna institución de la Iglesia puede eludir este deber supremo: anunciar a Cristo a todos los pueblos” y dice el Papa Francisco: “Hay tantos pueblos que todavía no han conocido encontrado a Cristo, es URGENTE encontrar nuevas formas y caminos para que la gracia de Dios pueda tocar el corazón de cada hombre y de cada mujer”.
7. ¿Es la Misión Ad Gentes la responsabilidad más específicamente misionera de la Iglesia?
Sí, así es. De hecho, Juan Pablo II señala que “la Iglesia « no puede sustraerse a la perenne misión de llevar el Evangelio a cuantos —y son millones de hombres y mujeres— no conocen todavía a Cristo Redentor del hombre. Esta es la responsabilidad más específicamente misionera que Jesús ha confiado y diariamente vuelve a confiar a su Iglesia »
8. ¿Hay mucho por hacer todavía en el campo de la Misión Ad Gentes?
Sí, muchísimo. “La Misión Ad Gentes tiene ante sí una tarea inmensa”. De hecho, “la tarea de anunciar a Jesucristo a todos los pueblos se presenta inmensa y desproporcionada respecto a las fuerzas humanas de la Iglesia”. Por eso, es urgente trabajar por el aumento de las vocaciones misioneras.
9. ¿Habló Jesucristo de las Misiones Ad Gentes?
Sí, antes de subir al Cielo, nuestro Señor Jesucristo nos dio el mandato misionero, diciendo: “«Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado» (Mt 28, 19-20). Con este mandato, “el Señor Jesús envió a sus Apóstoles a todas las personas y pueblos, y a todos los lugares de la tierra”
10. ¿Quién puede ser Misionero Ad Gentes?
“Todos los creyentes en Cristo deben sentir como parte integrante de su fe la solicitud apostólica de transmitir a otros su alegría y su luz. Esta solicitud debe convertirse, por así decirlo, en hambre y sed de dar a conocer al Señor, cuando se mira abiertamente hacia los inmensos horizontes del mundo no cristiano” (RM 40). Todos los católicos PODEMOS Y DEBEMOS SER MISIONEROS ADGENTES. Los Sacerdotes, las Religiosas e incluso los laicos. Los laicos pueden ayudar toda la vida o un tiempo para propagar el Evangelio a todas las naciones.