Las Obras Misionales Pontificias: "organismo oficial de la cooperación misionera de todas las Iglesias y todos los cristianos"
Las Obras Misionales Pontificias (OMP), "nacidas espontáneamente en el Pueblo de Dios como iniciativas apostólicas privadas de laicos, han sabido transformar la adhesión a Cristo de los fieles en viva correspondencia misionera. Surgidas y aceptadas en las diversas Iglesias, las Obras han asumido sucesivamente carácter supra-nacional y finalmente han sido reconocidas como Pontificias y puestas en relación directa con la Santa Sede" (Estatutos, art.10). Las Obras Misionales Pontificias, aún siendo cuatro, fundadas en épocas diversas por personas diferentes, constituyen una institución única y tienen un objetivo fundamental que las aúna: promover el espíritu misionero universal en todo el Pueblo de Dios.
La Obra Pontificia de la Santa Infancia nace de la sensibilidad de Mons. Carlos Augusto Forbin Janson, Obispo de Nancy, quien dio a la devoción del Jesús Niño un robustecer misionero. El 19 de mayo de 1843 nació oficialmente la obra de la Santa Infancia, cuyo objetivo es suscitar en los niños cristianos a la ayuda de otros niños. La obra también incluye un compromiso en la denuncia y en la condena de las causas de múltiples violencias que sufren los niños en el mundo y contribuye a iniciativas concretas de ayuda, en estrecho contacto con las Iglesias locales y en sintonía con familias, parroquias, escuelas.
¿Qué hacemos en la IAM?
Infancia Misionera en el mundo atiende actualmente: Escuelas maternas, escuelas primarias, escuelas medias, hospitales, dispensarios, orfanatos, etc.
El estilo de la Obra: es el sugerido por el Maestro, que «primero hacía y después enseñaba»: educar a través del servicio, de la acción.
Su programa es: formación, información, oración, sacrificio, ayuda material para compartir los pequeños bienes personales.
Oración: pide a los niños que oren por las misiones y por sus amigos cercanos y lejanos uniéndose a las intenciones misioneras del Papa.
Sacrificio: como medio de acción salvadora.
Ayuda material para compartir: como signo de comunión y de amistad comprometida
¿Cómo está organizada la IAM?
La obra pontifica de la Infancia y Adolescencia Misionera tiene como Jefe principal al Santo Padre, representado por un cardenal, que es el Prefecto de la Sagrada Congregación para la evangelización de los pueblos.
El presidente mundial de las Obras Misionales Pontificias es un Obispo, que vive en Roma. Hay también un secretario internacional de la Infancia y Adolescencia Misionera, el cual dirige las actividades de la obra en todo el mundo.
Esta estructura se proyecta a nivel nacional y diocesano, donde El director de la Infancia y Adolescencia Misionera en cada país es el director nacional de las OMP, el cual presta sus servicios a través del Secretario Nacional de la IAM, junto con un secretariado (SENIAM).
Y en cada diócesis la máxima autoridad de Infancia Misionera es el Sr. Obispo, quien ordinariamente obra a través del Director Diocesano de las OMP. Este trabaja con la colaboración de un secretario diocesano de Infancia Misionera, por medio de un secretariado diocesano de IAM, integrado por asesores animadores de la Obra en las distintas parroquias diocesanas donde se tiene presencia.
La Pastoral Misionera con los niños
En la pastoral misionera, no sólo somos misioneros sino que ayudamos a que otros sean misioneros. Nos proponemos "ser" discípulos de Jesús, "hacer discípulos" para Jesús y ayudar a "que ellos hagan" más discípulos para El. Por ello, esta pastoral misionera ha de tener una efectiva prioridad dentro de la pastoral diocesana y parroquial (RMi 83).
Una Pastoral Misionera con los niños requiere de la realización de servicios en cuatro áreas, entre sí complementarias:
1. Animación Misionera:
Para despertar, avivar y sostener en los niños el espíritu misionero universal. Los medios que generalmente se utilizan para ello son: la oración, la información misionera, la motivación misionera, los Encuentros, la asociación de los niños y su acompañamiento misionero.
2. Formación Misionera:
Para ayudar a que los niños hagan la "Escuela con Jesús" y, así, tengan criterios y mentalidad misionera, como la de su Maestro. Comprende como contenidos y actividades: la catequesis y teología de la misión, la espiritualidad misionera y la Metodología y práctica misioneras.
3. Comunión y Organización Misionera:
Para promover la comunión misionera entre los niños. La organización ayudará a utilizar adecuadamente los recursos disponibles para su servicio misionero y a integrar bien los servicios de los niños y los de sus animadores en la comunidad eclesial.
4. Cooperación Misionera:
Para ayudar a que cada niño realice los aportes misioneros que le corresponden en su comunidad local y en favor de la evangelización universal, especialmente por los niños en "la misión Ad Gentes".
Las tres formas de cooperación misionera de los niños son:
a)Cooperación espiritual: con el ofrecimiento de la propia vida cristiana (testimonio), la continua oración por las misiones y la ofrenda de los propios sacrificios, uniéndolos a los de Jesús por la salvación de los niños y del mundo.
b)Cooperación material: con la "ofrenda misionera" económica o con otros bienes materiales.
c)Cooperación con servicios misioneros: Dios necesita nuestra colaboración, nos necesita a nosotros mismos como misioneros. Además, necesita que le ayudemos a promover las vocaciones misioneras.