Misa por la Evangelización de los Pueblos

JORNADA MUNDIAL DE LAS MISIONES

DOMINGO 24 DE OCTUBRE DEL 2010

MONICIÓN DE ENTRADA

La misión de la Iglesia tiene su origen en el misterio de Dios Uno y Trino, que es proclamado en la profesión de fe y celebrado en la Eucaristía. Celebremos, pues, esta Eucaristía escuchando con atención la Palabra de Dios y reconociendo el amor de Jesús en su entrega total, para sabernos enviados por el Espíritu Santo como lo fueron los primeros apóstoles de Jesús y la primera comunidad cristiana.

LITURGIA DE LA PALABRA

Nota: (Las lecturas son las sugeridas por la comisión de liturgia de la provincia eclesiástica de El Salvador)

Primera lectura: (Zacarías 8, 20-23)

El profeta Zacarías anuncia que gente de todos los pueblos acudirán a Dios, buscando su salvación, confían en la gracia divina y no tienen reparos en hacer el mayor esfuerzo para poder llegar a ver la Jerusalén celeste. El mensaje de esta lectura tiene vigencia para nosotros y nos exhorta a dar lo mejor para también gozar de la vida eterna, que ganó para ti, nuestro Señor Jesucristo.

Salmo responsorial Sal 66(67)

Pedimos a través del salmo que ese ideal anunciado en las palabras de Zacarías, se haga realidad hoy en el mundo.

Segunda Lectura:(Romanos 10, 9-18)

San Pablo nos habla hoy de forma clara y precisa. Para ganar la salvación es necesario creer de corazón y declarar con nuestra boca que Cristo es el Señor. Este acto de fe es para toda la humanidad. Es responsabilidad de todos los creyentes llevar la Buena Nueva a todos los rincones de la tierra, para que la esperanza de salvación sea extensiva a los hombres y mujeres del orbe.

Evangelio:(San Marcos 16,15-20)

El Evangelio de hoy, nos recuerda cuando Jesús le pide a sus discípulos que vayan por todo el mundo a predicar el Evangelio, que los diferentes pueblos conozcan la Buena Nueva y crean. Esta invitación a trabajar por el reino es extensiva a nosotros los cristianos de hoy, para que los que crean y se bauticen, para que salven.

ORACIÓN DE LOS FIELES

Oremos a Dios Padre, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad:

– Por la Iglesia, para que avive en ella la conciencia cada vez más sincera de ser enviada a todos los hombres como sacramento de salvación.

– Por todos los cristianos, para que tomen generosamente parte en la tarea de la evangelización de la Iglesia según sus propias circunstancias de vida.

– Por todos los hombres de buena voluntad, para que reconozcan en la predicación y en la vida de la Iglesia el mensaje salvador de Jesucristo.

– Por todas las personas y países, para que hagan realidad la paz, la justicia y la solidaridad como signo de la presencia de Dios en el mundo y preparación para el anuncio pleno del Evangelio.

Te damos gracias, Padre, por la acción del Espíritu de tu Hijo Jesucristo en tu Iglesia y te pedimos que no dejes nunca de asistirla con este mismo Espíritu para que pueda ser fiel a la misión que le encomendaste en Jesucristo. Te lo pedimos por medio del mismo Jesucristo, tu Hijo y nuestro Señor.

MONICIÓN AL OFERTORIO

Con un corazón universal, en este Domingo Mundial de las Misiones, queremos ser Misioneros a favor del mundo entero.(Para este momento además del vino y el pan se propone que una persona lleve la bandera del Continente) Te presentamos, Señor el Continente de:

  • EUROPA:Con estas Hostias y el Vino presentamos al Continente de Europa. Por tu sacrificio redentor, derrama sobre sus Países abundantes gracias de fe, de conversión, de Nueva Evangelización.
  • ASIA:Con este Incienso queremos simbolizar las culturas de Asia. Permite, Señor, que allí donde están presentes tantas Religiones, tu Evangelio sea conocido, amado y vivido por muchos.
  • ÁFRICA:Con la Luz de este cirio nos unimos al áfrica. Haz, Señor, que el Evangelio penetre toda su cultura, para que un día sus pueblos puedan vivir con dignidad, justicia y en paz.
  • OCEANÍA:Con estas Flores saludamos a los pueblos de Oceanía. Concede, Señor, a sus muchas Islas suficientes Misioneros para que tu Evangelio se convierta un día en su máxima alegría.
  • AMÉRICA:Con este Corazón identificamos a América. Danos a todos un corazón Misionero, para continuar con la gran Misión Continental, de modo especial en El Salvador.
ORACION SOBRE EL PUEBLO Y BENDICION
Dios todopoderoso, que has encendido en los fieles la luz de la fe en tu Hijo muerto y resucitado, haz que,perseverando en la escucha de la Palabra y en la comunión fraterna, también manifiesten la salvación que noshas otorgado en Jesucristo. Amen.
Que vive y reina por los siglos de los siglos.“Son la Iglesia que, en obediencia al mandato de Jesucristo, va tomando posesión del mundo. Los triunfos, los peligros, las penas, las necesidades de las misiones son los triunfos, los peligros, las penas, las necesidades de la Iglesia… La misión es la continuación de la obra de Jesucristo, es el canal por donde fluye y se expande la fe cristiana sobre la tierra… es Jesucristo que va de tierra en tierra, de país en país a predicar el Evangelio del Reino… es Jesucristo que va en busca de todas sus ovejas para conducirlas al redil de su Iglesia…” De los escritos del P. Paolo Manna.

ORACION

Señor Jesucristo,
Tú que eres el Camino, la Verdad y la Vida,
conserva en tu amor
a todos los que peregrinamos
como Iglesia en El Salvador.

Haznos testigos convincentes
de tu Evangelio,
Enséñanos a comunicar
la Verdad a todos los que nos rodean
en este mundo que tanto te necesita.

Haz que surjan más vocaciones misioneras
en nuestro país y en el mundo entero,
para que las personas que no te conocen
oigan tu voz y conozcan de ti
porque sólo tú Señor, tienes palabras de vida eterna.

Camina con los que se alejan de la vida de la Iglesia,
para que sientan la presencia del Espíritu,
vuelvan a profesar la fe
y vivan en tu amor.

Que los que están al borde del camino,
inmersos en un mundo
de injusticia, de rupturas y de egoísmo,
sientan tu mano de amor
a través de tu santa iglesia.

Conviértenos en el nuevo pueblo
de las Bienaventuranzas,
para que podamos ser la sal de la tierra
y la luz del mundo.

Santa María Reina de la Paz,
Madre de la Iglesia,
protégenos y guíanos.
Acógenos a todos
en tu corazón Oh Madre de bondad.
Amén.

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