La catequesis, que “ha sido siempre considerada por la Iglesia como una de sus tareas primordiales” (CT 1), “no puede disociarse del conjunto de actividades pastorales y misioneras
de la Iglesia. Entre la catequesis y la evangelización no existe ni separación u oposición, ni identificación pura y simple, sino relaciones profundas de integración y de complemento
recíproco” (CT 18).
La finalidad de la catequesis es la de ser un período de enseñanza y de madurez, es decir, el tiempo en que el cristiano, habiendo aceptado por la fe la persona de Jesucristo como único Señor y habiéndole prestado una adhesión personal con la sincera conversión del corazón, se esfuerza por conocerlo mejor, por decirle «sí» a Jesucristo (CT 20). Así como para la vitalidad de un organismo humano es necesario que funcionen todos sus órganos, para la maduración de la vida cristiana hay que cultivar todas sus dimensiones: el conocimiento de la fe, la vida litúrgica, la formación moral, la oración, la pertenencia comunitaria, el espíritu misionero. Si la catequesis descuidara alguna de ellas, la fe cristiana no alcanzaría todo su crecimiento. (DGC 87) . La catequesis capacita al cristiano para vivir en comunidad y para participar activamente en la vida y misión de la Iglesia. (DGC 86). Y como la vida de la Iglesia es apostólica, los catecúmenos han de aprender también a cooperar activamente en la evangelización y edificación de la Iglesia con
el testimonio de la vida y la profesión de la fe. (AG 14)
A continuación, inspirados en el mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de las Misiones 2016, nuevamente se propone una catequesis misionera en cuatro temas, elaboradas por el sacerdote y doctor en Misionología Juan Vicente Chopin; que nos ayudarán a profundizar el sentido de la misión en nuestras comunidades cristianas y la alegría de Evangelizar. Los temas se invita a que los reflexiones una por cada semana del mes de octubre y al final junto hacer una meditación de todo lo estudiado. Los temas son: