Dios le ha dado a la familia la misión de evangelizarse y de evangelizar. Ella está enviada a anunciar a Jesucristo, a ayudar a que se formen y maduren comunidades eclesiales, vivas, dinámicas y misioneras, empezando por ella misma, y a encarnar su Evangelio.
Para evangelizarse y evangelizar, la familia cristiana hace cinco pasos y utiliza cinco medios, como nos los presenta “La evangelización en el mundo contemporáneo”, escrita por el Papa Pablo VI:
1. La familia misionera da TESTIMONIOevangelizador:
Es una familia que hace conocer, aún sin palabras, la presencia y la obra de Dios en cada uno, en la familia, en los demás y en el mundo. Da testimonio viviendo con Jesús y como Jesús. El testimonio evangelizador “hace discípulos para Jesús" , ayuda a los miembros de la familia y a otras personas a que conozcan y amen a Jesús.
En la familia misionera los unos a los otros nos damos testimonio de Jesucristo. Además, damos ese mismo testimonio ante otras personas en nuestra comunidad y más allá de nuestras fronteras.
2. La familia misionera hace el ANUNCIO evangelizador:
La familia cristiana hace conocer a Jesús ( su persona, su mensaje y su obra ). La familia misionera comparte la Palabra con frecuencia. Escucha bien la Palabra, la medita, la ora, la vive y la anuncia a los demás. El anuncio evangélico hace nacer la fe o la ayuda a crecer en cada persona y en cada familia. Este anuncio evangelizador debe hacerlo todos los días dentro del hogar. Además, unidos en familia, llevamos el anuncio evangelizador a otras familias.
3. La familia misionera hace el ACOMPAÑAMIENTO personal:
Jesús pide que, en su Nombre, acompañemos a cada persona y a cada familia para que se acerque y se convierta a El, no sólo saliendo de sus pecados sino renovando su vida al estilo de Jesús, entrando en su comunión y poniéndose a su servicio.
La familia misionera acompaña a cada uno de sus miembros para que tenga ese crecimiento en la fe. También acompaña con visitas y otros medios a otros hermanos y familias para que crezcan en su fe y en su respuesta a Dios.
4. La familia misionera VIVE EN COMUNIÓN eclesial:
La familia misionera es una pequeña comunidad eclesial, vive unida teniendo como centro a Jesús. En la familia nos esforzamos en vivir la fe practicando la caridad, amándonos y ayudándonos los unos a los otros como hermanos. Nos esforzamos por vivir en comunión y servicio mutuos. En familia compartimos la Palabra, los Sacramentos, la oración, la comunión fraterna y el servicio. Eso fue lo que hicieron las primeras comunidades, por lo cual decían de ellas: mirad cómo se aman, tienen un solo corazón y una sola alma.
Además, la familia misionera promueve la comunión eclesial entre otras familias y personas. Tiene un amor "sin fronteras", vive en comunión con toda la Iglesia y con el mundo entero. Es comunidad, eclesial, viva, dinámica y misionera.
5. La familia misionera PROMUEVE EL COMPROMISO MISIONERO:
La familia misionera ayuda a que cada uno de sus miembros se comprometa no sólo a ser discípulo de Jesús sino a hacer otros discípulos para Jesús. Ayuda a que en familia cada uno sea misionero: descubra, aprecie y responda a su propia vocación misionera de hacer discípulos para Jesús.
La familia misionera se compromete y cumple su misión. Así mismo, ayuda a que otras familias y otros hermanos asuman su compromiso misionero.