Salvadoreña laica – Desde China 2011

Agosto, 2011

Ni hao!

Mis queridos amigos y amigas, me siento muy feliz de poder compartir con ustedes un poco de lo que ha sido mi llegada a China.
El vuelo desde Beijing a Changchun tuvo un retraso de una hora pero no lo sentí porque estaba profundamente dormida, llegué a Changchun muy cansada pero con mucha alegría. Vi a Lloyd y Orlando que me esperaban a la salida, nos fundimos en un abrazo. Eran casi las 11:00 de la noche y todavía nos esperaba 1 hora para llegar a Jilin, mi destino final. En el camino, entre conversaciones en inglés y castellano, dormí otro rato y me desperté en China, lo recuerdo como el momento preciso en que todo mi ser entendió que finalmente estaba en China, ese momento tan fugaz pero tan significativo para mi. Estoy aqui, mi deseo se ha cumplido.
Dormí profundamente después de una larga conversación con Orlando de todas nuestras aventuras en El Salvador y lo que ha sido nuestro caminar hasta hoy. Vivimos en una Residencial llamada "New Village", me gusta mucho porque se siente un ambiente comunitario, la gente se reúne afuera por las tardes, los atardeceres son gloriosos, a pesar de tanto edificio todavía se puede ver el sol y las estrellas.
Tuve una cena de bienvenida con Lloyd, Garry y Orlando el jueves por la noche; el viernes fuimos a la Estación policial de la ciudad a presentarme para el Registro de Extranjeros, la señora que nos atendió estuvo de mal humor todo el rato y cuando nos entregó una copia del registro yo le dije: "Xiexie" (GRACIAS) su rostro cambió completamente y me brindó una amplia sonrisa, ese fue uno de los mejores momentos que he vivido hasta hoy. Ver la satisfacción de la gente porque tratamos de hablar su idioma.
El sábado tuvimos la reunión del grupo en Changchun con Majorie. Hay un ambiente muy bueno en el grupo y me siento contenta de formar parte de él. Entre cosas y detalles pasa el tiempo y se acerca el inicio de clases en Beihua University, un reto muy grande pero confío que Dios me dará la paciencia y el talento para aprender.
Con un corazón agradecido le presento a Dios mi proyecto de vida, y a ustedes les pido que me tengan presente en sus oraciones.

Abrazos,

21 de septiembre del 2011
Ni hao!

Mis queridos amigos y amigas, me da una profunda alegría saludarlos de nuevo para compartir un poco mi experiencia en estas semanas.

Comencé elCurso de Mandarín hace tres semanas en Beihua University aquí en la Ciudad de Jilin, el grupo está formado por alumnos de Corea del Sur, Mongolia, Rusia, Kenya, Polonia, Estados Unidos, Pakistán y El Salvador. Una de mis primeras impresiones que me incomodaron fue el hecho que la Profesora habló solo en Mandarín, a los pocos días pude entender algunas frases básicas. El Mandarín es un idioma complejo, difícil y demandante. Me ha exigido ponerme a estudiar todas las horas del día que pueda, me cansa pero la satisfacción del deber cumplido, queda.

Un compañero de Estados Unidos me decía que él ve el aprendizaje del Mandarín como "Pequeñas Victorias", lo cual es completamente cierto. En estas últimas dos semanas hemos tenido un test de Hanzi (caracteres chinos), soy feliz y doy gracias a Dios si puedo recordar la mitad de ellos, por esos 5, 10 ó 15 caracteres que pueda recordar, esa es mi pequeña victoria.

Gracias por tenerme presente en sus pensamientos y oraciones, significan mucho para mi y mi proyecto de vida en China. Todos los días trato de llegar a una persona, conversar, escuchar. Se que Dios está actuando en mi intento de llegar a las personas de una manera sencilla, en un mundo donde gobierna la indiferencia y el egoísmo.

Abrazos,


Rocío Araujo

Misionera Salvadoreña

rocioarau@gmail.com

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