Encuentro de Comisiones Episcopales de Comunicación- México y Centro América

MENSAJE DE LOS PARTICIPANTES DEL
ENCUENTRO DE OBISPOS Y PRESIDENTES DE LAS
COMISIONES DECOMUNICACIÓN,
SECRETARIOS EJECUTIVOS DE COMUNICACION Y PRENSA,
REFERENTES AL RIIAL DE LAS
CONFERENCIAS EPISCOPALES DE CENTROAMERICA Y MEXICO

¡AY DE MÍ SI NO EVANGELIZO! (1 Cor 9,16)

Reunidos en la Casa de las Hermanas Clarisas, en San José Costa Rica, los días 1, 2 y 3 de diciembre de 2010, los obispos presidentes y secretarios ejecutivos de las comisiones de comunicación, prensa y referentes RIIAL de las Conferencias Episcopales de Centroamérica y México, queremos expresar nuestra gratitud a la Iglesia de Costa Rica, por su acogida y cariño durante la realización de este encuentro y de manera especial al Departamento de Comunicación y Prensa del CELAM.

La realidad que nos interpela

Hemos compartido la preocupación de las realidades en nuestros países en las que predomina la corrupción, la violencia especialmente hacia las mujeres con el aumento de los feminicidios, el narcotráfico, la inseguridad ciudadana, una débil estabilidad de nuestras democracias que están siendo cuestionadas, la criminalización de la migración, el aumento escandaloso de la brecha entre ricos y pobres.

Después de haber reflexionado sobre esta realidad de nuestros países y la labor realizada en nuestras respectivas conferencias episcopales en el campo de la comunicación, dirigimos este mensaje a los obispos, comunicadores católicos y seculares de la región de Centro América y México, con la finalidad de asumir juntos el compromiso de la Iglesia de formar conciencias, ser abogada de la justicia y la verdad; educar en las virtudes individuales y políticas, presentando una propuesta evangelizadora a través de los medios de comunicación y las nuevas tecnologías, para que tengamos paz y vida digna en Nuestro Señor Jesucristo.

El Papa Benedicto XVI en su exhortación Post Sinodal, sobre la Palabra de Dios en la vida y en la Misión de la Iglesia, expresó: “Estamos convencidos que la Palabra Divina debe llegar no solo a través del lenguaje escrito, sino también mediante las otras formas de comunicación. Por eso junto a los padres sinodales deseo agradecer a los católicos que con competencia, están comprometidos en una presencia significativa en el mundo de los medios de comunicación, animándolos a la vez a un esfuerzo más amplio y cualificado”. Verbum Domini n. 113

Naturaleza de la comunicación en la Iglesia

Entendemos la misión, la comunión, la evangelización y el testimonio como las acciones del discípulo misionero de comunicar a Cristo y su mensaje. Es este sentido debemos tener claro, que los miembros de la Iglesia – actuando según en Evangelio – cuando evangelizamos estamos comunicando y cuando comunicamos estamos evangelizando.

El Documento de Aparecida nos hace un llamado vehemente a ser discípulos y misioneros de Cristo, es decir, a comunicarlo usando los medios a nuestro alcance empezando desde la propia vida, que se debe reflejar en la conversión y animación pastoral al interior de la Iglesia y también en una renovación espiritual y misionera que se proyecte hacia fuera (D.A.99) en forma de un diálogo constante entre la Iglesia y la sociedad.

La evangelización y los medios de comunicación

La gran cultura mediática del mundo actual nos desafía a reconocer las nuevas tecnologías que pueden ayudar a una mayor humanización global. Estos nuevos lenguajes configuran un elemento articulador de los cambios en la sociedad.

La Iglesia no puede cometer el grave error de evangelizar con estructuras caducas, y mucho menos prescindir de los medios de comunicación y las nuevas tecnologías. Porque “Puestos al servicio del Evangelio, ellos ofrecen la posibilidad de extender casi sin límites el campo de audición de la Palabra de Dios, haciendo llegar la Buena Nueva a millones de personas. La Iglesia se sentiría culpable ante Dios si no empleara esos poderosos medios, que la inteligencia humana perfecciona cada vez más”. EN 45.

Su Santidad Benedicto XVI afirmó que le corresponde ofrecer a quienes viven éste nuestro tiempo «digital» los signos necesarios para reconocer al Señor; darles la oportunidad de educarse para la espera y la esperanza, y de acercarse a la Palabra de Dios que salva y favorece el desarrollo humano integral. La Palabra podrá así navegar mar adentro hacia las numerosas encrucijadas que crea la tupida red de autopistas del ciberespacio, y afirmar el derecho de ciudadanía de Dios en cada época, para que Él pueda avanzar a través de las nuevas formas de comunicación por las calles de las ciudades y detenerse ante los umbrales de las casas y de los corazones y decir de nuevo: «Estoy a la puerta llamando. Si alguien oye y me abre, entraré y cenaremos juntos» (Ap 3, 20). Mensaje de la JMCS 2010.

Solicitud a nuestros obispos

Con caridad cristiana exhortamos a nuestros obispos a acompañar a los comunicadores asumiendo las acciones concretas consignadas en el Documento de Aparecida en el Número 486:

  • Conocimiento de una nueva cultura de la comunicación
  • Promoción de la formación profesional
  • Atención especial a directores, programadores, periodistas y locutores.
  • Impulsar la creación de medios de comunicación en la Iglesia y hacer presencia en los medios existentes. Educar en la formación crítica
  • Promover una nueva cultura que proteja a los niños, jóvenes, a los vulnerables.
  • Desarrollar políticas de Comunicación para una Pastoral de la comunicación más efectiva.

Recordemos lo que Puebla nos enseña: “Evangelizar es comunicar”(Puebla 1063). De ahí, nuestra responsabilidad como bautizados, de ser profetas de la Esperanza de prepararnos y formar a otros agentes de pastoral que, aprovechando los medios de comunicación y promoviendo procesos comunicacionales en las comunidades, sean proclamadores de la verdad, defensores de la vida y promotores de la justicia. De tal manera que nuestra acción pastoral revele a Cristo, modelo de Comunicación, como la Palabra hecha Carne, que nos interpela y nos invita a ser sus discípulos, misioneros para que nuestros pueblos en Él tengan vida.

Consideraciones finales

Pedimos al Espíritu Santo la fortaleza para ser comunicadores valerosos y testigos auténticos de la verdad que, fieles al mandato de Cristo y apasionados por el mensaje de la fe, alcemos nuestra voz, denunciando las injusticias, las desigualdades y todo lo que atenta contra la dignidad humana.

Que por intercesión de Maria bajo las advocaciones de Nuestra Señora de los Angeles, patrona de Costa Rica y de Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de América, discípula y misionera, sepamos asumir con sabiduría las oportunidades específicas que ofrece la moderna comunicación y seamos apasionados anunciadores de la Buena Noticia en medio de nuestros pueblos.

Costa Rica, 3 de diciembre de 2010,
Día de San Francisco Javier, Patrono de las Misiones.

Obispos Presidentes y Secretarios Ejecutivos
de las Comisiones Episcopales de Comunicación y de prensa
referentes RIIAL de las Conferencias Episcopales de Centro América y México.
Informe del Departamento
de Comunicación y Prensa del CELAM

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