XII JORNADA NACIONAL DE JUVENTUD MISIONERA (JUMI)

ituales en esta Jornada Nacional; es la oportunidad para compartir la alegría de ser discípulos de Cristo, pero sobre todo para profundizar el sentido del llamado que el Señor nuevamente nos hace para ser jóvenes en camino de discipulado, que buscan construir su vida sobre el fundamento sólido de nuestra fe que es JESUCRISTO. Discipulado que inicia con el encuentro personal con Él, luego continúa con un proceso de conversión, formación y acompañamiento del/o de la joven para que descubran el sentido de su vida, de su vocación y misión en la Iglesia y en la sociedad. Daremos nuestro aporte a la sociedad pero desde nuestra fe, desde los valores humanos y cristianos. Trabajando con espíritu en los diferentes campos de la sociedad.

Animo Muchachos/as. Dejémonos fascinar, cautivar por Cristo, Fuente de la verdadera felicidad, quien nos atrae hacia Él con la fuerza del amor y de la amistad, hasta entregarse por nosotros, esperando que le correspondamos con generosidad.

Al pensar en el Lema de este encuentro: “Si buscas la felicidad, en Cristo la encontrarás”, vienen a mi memoria una canción que aprendí y comencé a cantar cuando tenía la edad de Ustedes, se titula : Yo quiero ser feliz, cuya letra dice así: Cristo está en la puerta de mi vida, presto a concederme su perdón y dejar sembrada su alegría, dentro de mi pobre corazón. El Coro dice: Yo quiero ser feliz, yo quiero ser feliz, llenar mi vida de una nueva luz, Cristo esa luz será, que en mi alma brillará y alumbrará toda mi juventud”.

Si, queridos jóvenes, solo Cristo es la Luz sin ocaso. El Dijo: “Yo soy la LUZ del mundo, quien me sigue no camina en tinieblas…” (Jn, 8, 12). Pero Cristo nos recuerda también que nosotros somos la luz del mundo, la sal de la tierra (Mt. 5,13-16). Estas palabras contienen la dimensión misionera de cada bautizado, y la Iglesia, hoy más que nunca necesita el testimonio de los jóvenes como Ustedes; jóvenes entusiastas y intrépidos misioneros, católicos de pensamiento, palabras y obras, que lleven el Evangelio, a través de todos los medios a las familias, a las casas, a las colonias, a los compañeros de la escuela y del trabajo… Ayúdenos, queridos jóvenes a realizar juntos la misión permanente de la Iglesia.

Mil gracias a los que han preparado este encuentro con tanta creatividad y con tanto detalle, para hacer que cada uno de los participantes se sientan en su casa.

Estos son los mejores deseos para cada uno de Ustedes, recordándoles delante del Señor.
Que el Señor les bendiga y les dé su paz.

Con afecto, Mons. José Elías Rauda Gutiérrez, OFM
Obispo de la Diócesis de San Vicente y Presidente de la
Comisión Episcopal para los Jóvenes de El Salvador.

Pbro. José Inocencio Alvarez Guerrero

Secretario Diocesano de Juventud Misionera (JUMI),San Vicente.