Catequesis 1: Profetas de nuestro tiempo como Mons. Romero

PRIMER ENCUENTRO

Dia propuesto:Sábado 29 de agosto o domingo 30 de agosto

(CATEQUESIS MISIONERA)

TEMA: PROFETAS DE NUESTROS TIEMPOS COMO MONSEÑOR ROMERO

1-Objetivo:Conocer las actitudes básicas del profeta Monseñor Romero y su incidencia en la realidad.

Motivación: Bienvenidos y bienvenidas. Nos reunimos este día en torno a Cristo que nos uno para conocer más sobre la vida de nuestro Beato Monseñor Oscar Arnulfo Romero quien nos ofrece un nuevo impulso a nuestra iglesia misionera salvadoreña. Iniciemos cantando este encuentro

Canto:Gracias por tu don (kairoi)

VER:

2-Dinámica:Realizar una fonomimica (Hacer papeles que identifiquen a los profetas y que las puedan adivinar. Ejemplo: Profeta, pastor, amigo, hermano, pobre, etc) Al terminar la dinámica responder ¿Qué es ser profeta? ¿Menciona profetas de nuestro tiempo?

3. Escuchemos la palabra de Dios (JUZGAR): Amós 7, 12-15

  • ¿Quién es Amós?
  • ¿Cuál es la diferencia entre profeta y profetismo?
  • ¿El ser profeta de Jesús, en qué consiste?

4. Reflexionemos

Testimonio (Homilía domingo 15 tiempo ordinario)

1- LAS CONDICIONES DEL VERDADERO PROFETA

a) Escogido por Cristo

¿Cuáles son las condiciones del profetismo auténtico?. No tenemos más que volver a repasar el evangelio de hoy donde Cristo nos presenta la figura del apóstol enviado como profeta. Todos nosotros somos por el bautismo la continuación de este mensajero de Dios en el mundo.

– Vocación – misión – autorización

Los llamó: "No fuisteis vosotros los que me escogisteis. Yo os escogí". El profeta es un escogido de la iniciativa de Dios y lo envía. Sólo puede predicar el que es enviado. Sólo puede decir "Esto manda decir el Señor" el que ha oído al Señor que le dice: "Ve y dile a ese pueblo".

– Superioridad del apóstol ("representante" de Cristo) sobre el profeta del Antiguo Testamento

Resulta que los profetas del Antiguo Testamento recibían esa misión, pero los apóstoles recibieron de Cristo una misión, una autorización que los identifica con el que los envía. Son "representantes" de Cristo: "El que a vosotros desprecia, a mí me desprecia, y el que a vosotros atiende a mí me atiende". Hay una autorización más íntima entre nosotros, pueblo de Dios, con Cristo, que entre el profeta del Antiguo Testamento y Dios.

b) Sentido comunitario

El pueblo que ha rechazado al profeta que envió Cristo, que no quiso como comunidad aceptar el mensaje para formar una sociedad, una fraternidad que no sea la convivencia de lobos contra lobos, de gente que se tiene miedo una con otra, sino que acepta el mensaje de la fraternidad cristiana, será bendita; pero si no lo acepta, el signo de sacudir las sandalias es gesto de una reprobación de que Dios desahucia a esa sociedad.

c) Espíritu de pobreza

Otra condición del verdadero profeta es la bella descripción que Cristo hace cuando les da unas normas tan concretas y tan sencillas.

– Figura de un peregrino

Les encargó que llevaran un bastón y nada más. Con comparaciones orientales, bíblicas, les está diciendo: vivan el espíritu evangélico de la pobreza. Esto quisiera yo resaltar, más que todo cuando hay tanto sentido de egoísmo, de codicia, de envidias, de bienes materiales. Se pelean los hombres por estas cosas. Cristo les dice: déjenlas, preséntense con espíritu de pobreza.

– La libertad que nace del espíritu de pobreza

Porque, hermanos, nadie es tan libre como el que no está subyugado al dios dinero, y nadie es tan esclavo como el idólatra del dinero. Por eso, Cristo quiere romper la coyunda de esa idolatría y les dice: no se preocupen, confíen en la Providencia que dará pan, dará vestido, dará lo necesario. Vayan a predicar el reino de Dios, no por ganar dinero; este es un mal negocio.

2. LOS FALSOS PROFETAS

– Oposición al verdadero profeta

Amasías en el libro del profeta Amós se opone a la voz del verdadero profeta. "Vidente, vete, refúgiate en tierra de Judá, come allí tu pan y allá profetiza. Allá haz lo que quieras, aquí no". Como si Dios no fuera dueño de todo el mundo y pudiera enviar sus mensajeros a todas partes. ¡Cómo estorba en ciertos ambientes la palabra que Pablo VI nos ha mencionado hoy: "¡la severidad de la riqueza!". No se quiere oír más que un lenguaje que aprueba injusticias, atropellos. ¿De qué sirve un Foro Nacional si allí sólo se llama a la gente que piensa como ellos?. ¿De qué sirve no escuchar la voz del Señor?.

– Por intereses económicos

¿Qué otra cosa es el falso profeta?. Le dice el falso profeta a Amós: "Come allá tu pan". Esto es confundir la misión profética con los intereses económicos. Qué terrible es cuando la misión sacerdotal o profética se subordina al interés económico, cuando se ejerce el ministerio profético y sacerdotal subordinado a esos intereses sociales, económicos. ¡Cuántas traiciones tenemos que lamentar!.

– Por intereses políticos

"No prediquen aquí, que es la casa de Dios, porque este es el santuario real, el templo del país. Aquí hay que hablar como el rey quiere". Es la hora en que Amós se parece a Pedro: "Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres". No podemos trabajar por quedar bien con los de arriba. Nuestra palabra en nombre de Dios tenemos que decirla denunciando tantas injusticias. La iglesia no puede complicarse con todo esto, tiene que decir su palabra aun cuando caiga mal a aquellos que como en el caso de Amasías, tenían que hacer respetar más la voz de su rey que le mensaje de su Dios.

3. ¿CUÁL ES NUESTRO MENSAJE PROFÉTICO?

¿Qué es lo que tenemos que predicar con nuestro testimonio y con nuestra palabra frente a un pueblo salvadoreño que necesita tanto esta luz cristiana?. Ustedes y yo somos responsables de que este mensaje de Cristo llegue a todos.

Predicaban la conversión. Primero, un aspecto negativo. Oyeron en el evangelio de hoy cómo Cristo los envió sobre los espíritus inmundos y dice: "Y se marcharon y predicaron la conversión, y echaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban".

Liberación del pecado.¿Qué quiere decir esto?. Esto es el aspecto negativo de nuestro mensaje; el pecado.

En sus orígenes:poder contra el demonio. Es una guerra a muerte contra el pecado; ese pecado tiene sus raíces en el demonio y tiene sus frutos.

En sus efectos.Los frutos son: la enfermedad, la miseria, el analfabetismo, la desnutrición, la injusticia social, todo eso que vemos que brota, es lo que brota, es lo que echa de fruto este tronco que es el pecado enraizado en el infierno que es el diablo.

– Aspecto positivo: anunciar el reino (los bienes mesiánicos) "el kerigma".

"El reino de Dios ha llegado a vosotros". Esta es la parte positiva, no se trata sólo de arrancar el pecado y sus consecuencias, los egoísmos de la tierra. Sería una religión muy negativa si sólo hablara así; pero lo hermoso es que ese vacío que va a dejar el pecado y el infierno y las esclavitudes de la tierra, va a ser llenado por el reino de Dios.

– Cristo mismo es el Reino

Según San Pablo, el reino de Dios no es distinto de Cristo. Cristo mismo es el reino de Dios. Él encarna el reino de Dios. Predicar el reinado de Dios en el mundo es predicar que Cristo viene, como dijo el Papa en su primera homilía al ser consagrado: "Ábranle las puertas a Cristo, ustedes los políticos, ustedes los economistas, las universidades, la cultura. Sólo Él tiene palabras de vida eterna". Por eso andamos tan mal en El Salvador, porque queremos construir una civilización sin Cristo.

– Instaurar todas las cosas en Cristo

¿En qué consiste también el kerigma que Jesucristo predicó y que encargó a la Iglesia? He aquí, nosotros la Iglesia, encargados de llevar el kerigma a la sociedad, a nuestro hogar, a nuestras amistades, a nuestros ambientes. ¿Qué tenemos que predicar? Además de este repudio al pecado, en una bella frase de hoy lo comprende San Pablo: "Recapitular en Cristo todas las cosas del cielo y de la tierra". San Pablo dice que a él se le ha revelado el misterio escondido en el profundo eterno de Dios.

– La liberación por su sangre

San Pablo lo presenta bajo diversos aspectos: por su sangre hemos recibido redención. No hay redención fuera de la sangre de Cristo. Si el hombre trabaja hoy por reivindicaciones ante una sociedad injusta, ante una política injusta y deshonesta, ante una podredumbre del mundo, los hombres sólo encontrarán la verdadera libertad, la verdadera redención en la sangre de nuestro Señor Jesucristo. ¡Sólo en su sangre que es la única esperanza de nuestra redención!

– Filiación divina en Cristo

"Cristo, además de liberarnos del pecado nos ha hecho hijos de Dios". La filiación en Cristo es otro aspecto de nuestro kerigma, de nuestro anuncio del reino de Dios. Todos los hombres están llamados a ser hijos de Dios, hermanos de Cristo, coherederos de su reino. Este es el llamamiento que nos entusiasma porque nos abre a perspectivas nuevas.

– Incorporación en Cristo

Hay más todavía. Cristo no nos hizo hijos y se quedó aparte Él, como quien firma un documento que actúa en su nombre, como el padre de familia que adopta un hijo firmando un documento pero él permanece distinto de hijo. Hay algo más grande que San Pablo llama: la incorporación en Cristo. El cristiano no sólo es hijo de Dios sino que es miembro vivo de Cristo. Miembro, cuya cabeza es Cristo.

5. Oración final del beato Monseñor Romero

Oración para pedir un favor al beato Óscar Romero

¡Oh! Dios Padre Misericordioso, que por mediación de Jesucristo y la intercesión de la Virgen María, Reina de Paz; y la acción del Espíritu Santo, concediste al Beato Óscar Romero la gracia de ser un Pastor ejemplar al servicio de la Iglesia; y en ella preferencialmente a los pobres y los necesitados. Haz, Señor, que yo sepa también vivir conforme al Evangelio de tu hijo y dígnate glorificar a tu Beato Óscar Romero y concédeme, por su intercesión, el favor que te pido… Así sea.

Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Canto: El profeta del mártir Romero

6. Tareas(ACTUAR)

Compartir la vida de Monseñor Romero mediante la hoja de biografía (anexos) con familia, vecinos, amigos, hermanos de la iglesia, con personas enfermas, ancianos, niños y el mismo párroco.

Traer una estampa del Beato Monseñor Romero, velas y signos propios de nuestra cultura para el próximo encuentro.

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