HISTORIA
La Jornada Mundial del Enfermo, fue instituida por el Papa Juan pablo II en el mes de mayo del año 1992. “Deseo comunicarle que he decidido instituir la Jornada mundial del enfermo, que se celebrará el 11 de febrero de cada año, memoria litúrgica de la Virgen de Lourdes. En efecto, creo muy oportuno extender a toda la comunidad eclesial una iniciativa que se está realizando en algunos países y regiones, con grandes frutos pastorales.” (Beato Juan Pablo II)
PENSAMIENTO QUE MOTIVO AL PAPA:
La Iglesia que, a ejemplo de Cristo, siempre ha sentido el deber del servicio de los enfermos y los que sufren como parte integrante de su misión (Dolentium hominum, 1), es consciente de que “en la aceptación amorosa y generosa de toda vida humana, sobre todo si es débil o enferma, la Iglesia vive hoy un momento fundamental de su misión” (Christifideles laici, 38).
OBJETIVOS DE LA JORNADA:
• Sensibilizar al pueblo de Dios y, por consiguiente, a las varias instituciones sanitarias católicas y a la misma sociedad civil, ante la necesidad de asegurar la mejor asistencia posible a los enfermos.
• Ayudar al enfermo a valorar, en el plano humano y sobre todo en el sobrenatural, el sufrimiento.
• Hacer que se comprometan en la pastoral sanitaria de manera especial las diócesis, las comunidades cristianas y las familias religiosas.
• Favorecer el compromiso cada vez más valioso del voluntariado. Recordar la importancia de la formación espiritual y moral de los agentes sanitarios.
• Hacer que los sacerdotes diocesanos y regulares, así como cuantos viven y trabajan junto a los que sufren, comprendan mejor la importancia de la asistencia religiosa a los enfermos.
¿POR QUÉ EL 11 DE FEBRERO?
Dado que el 11 febrero de 1984, el Papa Juan Pablo II publicó la carta apostólica ”Salvifici doloris” acerca del significado cristiano del sufrimiento humano. Con el Motu Proprio “Dolentium hominum” del 11 de febrero de 1985, Juan Pablo II instituyó la Pontificia Comisión para la pastoral de los Agentes Sanitarios, que con la “Pastor Bonus” de 1988 pasó a llamarse Pontificio Consejo para la pastoral de los Agentes Sanitarios.